Refundación de Bolivia
El pueblo boliviano impulsa la reforma aprobando la Constitución
El referéndum constitucional que se celebró en Bolivia el domingo supuso un paso más en la profundización de la reforma institucional que el presidente Evo Morales está llevando a cabo. El «sí» obtuvo en torno al 60%, aunque el «no» se impuso en los departamentos opositores. Morales proclamó «la refundación de Bolivia y el fin del Estado colonial gracias a la conciencia del pueblo boliviano».
GARA | LA PAZ
El presidente boliviano, Evo Morales, proclamó «la refundación de Bolivia» después de que el «sí» consiguiera el domingo más del 60% de los votos en el referéndum para ratificar la nueva Constitución, que, por primera vez en 500 años, reconoce los derechos de los pueblos indígenas de este país americano.
Sin embargo, una vez más, la división en la que se encuentra sumida Bolivia quedó reflejada en los resultados electorales, ya que la Constitución fue rechazada en los cinco departamentos gobernados por la derecha.
Visiblemente satisfecho, Morales proclamó desde el balcón del palacio Quemado de La Paz «la refundación de Bolivia y el fin del Estado colonial gracias a la conciencia del pueblo boliviano».
«Es el fin de las inmensas explotaciones agrícolas y de los grandes propietarios», añadió ante una multitud que abarrotaba la Plaza de Armas de la capital boliviana.
«Desde el 2005 al 2009 vamos de triunfo en triunfo, los neoliberales y los vendepatrias están siendo permanentemente derrotados gracias a la conciencia del pueblo boliviano», destacó Morales.
«Ahora, gracias a la conciencia del pueblo boliviano, los recursos naturales se recuperan para toda la vida y ningún Gobierno, ningún nuevo presidente, podrá subastar y entregar los recursos naturales a las transnacionales», enfatizó Morales.
Consolidación
En este sentido, subrayó la importancia de que los votantes bolivianos hayan constitucionalizado algunas reivindicaciones ya obtenidas, como la renta Dignidad, el pago de una jubilación universal a todos los mayores de 60 años, o el bono Juancito Pinto, una ayuda que se paga para que los menores acudan a la escuela.
Con el bono Juancito Pinto se busca evitar que los menores tengan que abandonar los estudios para sostener a su familia trabajando y con la renta Dignidad compensar a los bolivianos que han trabajado toda la vida sin tener un sistema de asistencia social que les garantizara una jubilación.
Junto a ello, Morales destacó que los servicios básicos como el agua, el teléfono o la electricidad están considerados como derechos humanos por la Constitución, por lo que no podrán ser privatizados y entregados a las multinacionales.
La nueva Constitución otorga un papel destacado a las comunidades indígenas quechua y aymara, a la justicia social y al Estado como garante del bienestar de los ciudadanos, especialmente en lo referente a la propiedad de los recursos naturales.
La Constitución prevé también que el Estado se separe de la Iglesia católica, que tradicionalmete ha sido un aliado de la oligarquía. El nuevo texto ratificado el domingo reconoce por igual la existencia de todas las religiones, sin otorgar privilegios a ninguna de ellas.
Asimismo, la nueva Constitución boliviana establece que el tamaño máximo autorizado para las explotaciones agrícolas sea de 5.000 hectáreas.
El texto, aprobado a nivel nacional por alrededor del 60% de los votos, según los últimos recuentos realizados por las televisiones, fue rechazado en los cinco departamentos gobernados por la derecha, que ha jugado la carta del autonomismo: Santa Cruz, Tarija, Chuquisaca, Pando y Beni. Sin embargo, algunas fuentes destacaban que en Chuquisaca ambas posturas estaban a la par.
Según la cadena Unitel, el «sí» venció a nivel nacional por alrededor del 60%, pero en el departamento de Santa Cruz, el más rico del país, el «no» logró el 70% de las papeletas. En el otro lado de la balanza, en los departamentos andinos, los más pobres y los más concienciados socialmente, el triunfo del «sí» fue contundente.
Rechazo derechista
Los prefectos opositores hicieron un llamamiento a votar «no» con el argumento de que no se garantizaba la autonomía departamental que defienden como método para hacer frente a las reformas impulsadas desde La Paz.
En cualquier caso, la victoria en el referéndum constitucional permitirá a Morales impulsar cambios profundos en la estructura política boliviana y optar a un nuevo mandato a finales de 2009.
Antes de llegar al referéndum del domingo, el texto inicial fue objeto de tensas negociaciones en el Senado boliviano entre la oposición derechista y el Gobierno socialista de Morales. Más de 150 de los 400 artículos que componen la nueva Constitución fueron modificados para que el Senado, dominado por la derecha, aceptase la convocatoria del referéndum constitucional.
El mandato de Morales, elegido en diciembre de 2005 con el 53% de los votos, fue confirmado en el referéndum revocatorio de agosto de 2008, en el que obtuvo el 67%.
Las nuevas elecciones generales bolivianas tendrán lugar en diciembre de 2009. Morales podrá ser reelegido para un nuevo y único mandato presidencial de cinco años.
El resultado oficial definitivo todavía tardará varios días en darse a conocer, pero todos los agentes políticos bolivianos dieron por buenas las estimaciones de voto difundidas ayer.
Mercosur elogió ayer al pueblo de Bolivia por «la extraordinaria jornada de transparencia democrática» en el día de la consulta, según destacó el organismo que agrupa a Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Chile y Bolivia.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, felicitó ayer a su homólogo boliviano por la victoria del «sí» en el referéndum constitucional, ya que «ratifica el rumbo de independencia e igualdad que el pueblo de Bolivia ha tomado».
Los prefectos de los departamentos opositores a Evo Morales celebraron el apoyo mayoritario que obtuvo el «no» a la nueva Constitución en sus regiones, pero subrayaron la necesidad de buscar un pacto social para ampliar la Carta Magna.
«Hubo bolivianos que han expresado una opinión diferente a nosotros. A pesar de las diferencias, tanto ellos como nosotros creemos en Bolivia y queremos avanzar a una sociedad mejor. Queremos un país grande y unido, un cambio verdadero de amplio consenso y no de imposiciones. El pacto social que queremos todos los bolivianos no será posible si el Gobierno central y el MAS (partido de Morales) se dejan llevar por un efímero triunfalismo», aseguró el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas.
Desde Tarija, el prefecto Mario Cossío manifestó que su región respetará el resultado nacional del referéndum, pero mencionó la necesidad de construir pactos, según publica la prensa local. «Existe la necesidad y el deber moral de construir pactos si es que se quiere seguir avanzando. El Gobierno no tiene las condiciones y, peor aún, la legitimidad para imponer a su gusto y sabor ese texto constitucional. Está obligado a construir pacto», consideró Cossío.
Por su parte, el prefecto de Beni, Ernesto Suárez, señaló que, a pesar del amplio apoyo al «no» en su departamento, «no hay que actuar con las hormonas» y se mostró dispuesto a escuchar al Gobierno de Morales. «El presidente no puede taparse los oídos ante lo que la gente le ha dicho con el voto. Vamos a ver la posición del Gobierno», declaró Suárez.
La prefecta de Chuquisaca, Savina Cuéllar, en cuyo departamento se produjo un empate técnico entre el «sí» y el «no», pidió en primer lugar la desobediencia frente a la nueva Constitución, aunque después reculó, anunciando que esperará a que Morales convoque a un diálogo con los opositores antes de tomar una decisión sobre el resultado del referéndum. Cuéllar es una antigua militante del MAS de Morales que posteriormente se alineó con la oposición derechista.
«Escuché decir que quieren hacer un nuevo pacto. El pacto es la nueva Constitución aprobada por el pueblo boliviano. Si quieren nuevo pacto va a ser pacto para aplicar la nueva Constitución», respondió Morales en un discurso en Cochabamba.
El presidente anunció que desde hoy se encerrará con sus ministros para estudiar las fórmulas de aplicar la nueva Constitución y que únicamente negociará la forma de implementar la nueva norma aprobada en referéndum.
Branko Marinkovic, líder del opositor Comité Cívico de Santa Cruz, declaró al diario «El Deber» que el nuevo pacto del que hablan los autonomistas es una confederación boliviana.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llamó al Gobierno y a la oposición de Bolivia a utilizar el diálogo para acabar con las divergencias tras recibir un informe sobre el referendo.