Lillo no ha dado continuidad a un esquema o una alineación ni tan siquiera después de victorias
Se puede confiar si llegan los goles
El equipo blanquiazul ha cerrado la primera vuelta a un punto del ascenso pese a ser el quinto equipo que menos tantos ha marcado.
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La primera vuelta de la Real ofrece motivos para confiar con el ascenso a Primera si el equipo es capaz de mantener la solidez defensiva que le convierte en el equipo menos goleado de la categoría y mejora en la faceta ofensiva, en la que sólo supera a los cuatro equipos que están en puestos de descenso.
Sólo entre los dos delanteros del Zaragoza, Ewerthon y Oliveira, han marcado más goles que toda la Real, 22 entre los dos. El problema se hace más evidente en los partidos de Anoeta. En once partidos los blanquiazules sólo han metido diez goles, mientras que en diez salidas han sumado once tantos.
Lo más curioso es que la Real es un equipo que no es muy bueno en lo colectivo en defensa, aunque tanto los dos porteros como los zagueros han dado un gran rendimiento. Pero de medio campo para adelante el equipo blanquiazul presenta cada domingo, sobre todo en su estadio, a jugadores ofensivos como Aranburu, Xabi Prieto, Sergio, Marcos y un delantero.
Sin embargo, al equipo le cuesta mucho marcar goles y la mayoría los ha conseguido en jugadas de estrategia. Y tres por mediación de defensas. Es un fenómeno difícil de explicar porque la Real tiene más calidad que la mayoría de sus rivales y el campo favorece al estilo de juego que quiere Lillo. Sin embargo, la mayoría de los goles y las ocasiones han llegado a balón parado o cuando se ha buscado un juego más directo.
Falta continuidad en una idea
Es un milagro que con todo lo que ha llovido este invierno en la Real con problemas de lesiones, institucionales y cantidad de decisiones arbitrales contrarias se esté a un punto del ascenso y el mayor mérito es de Juanma Lillo. Pero el tolosarra no ha sido capaz de encontrar una solución al mayor problema del equipo en ataque, el gol.
Es evidente que la lesión de Iñigo Díaz de Zerio, el goleador del equipo, y la nula aportación de Necati influye de manera importante en este problema. Pero hay una cuestión que se le puede criticar. No ha dado continuidad nunca a un esquema de juego ni a una alineación. Ni tan siquiera cuando se gana. Algo que no es normal en el fútbol, en el que los entrenadores acostumbran a no cambiar nada cuando los resultados llegan.
El tolosarra no sólo cambia una media de tres o cuatro jugadores por sistema en cada partido -lo que también tiene un efecto positivo porque todos los jugadores se sienten parte del grupo-, también cambia de esquema. Sólo una vez la Real repitió el sistema utilizado de inicio en una victoria anterior.
Tener un esquema y una alineación tipo ayuda a que el equipo juegue con una mayor compenetración. Eso y una buena aportación de Abreu puede ser lo poco que le falta al equipo para ganar los partidos.
Problema para el Sanse
La Real Sociedad comunicó ayer que el Comité de Competición de Segunda B ha abierto un procedimiento disciplinario por alineación indebida del Sanse en el partido que ganó por 1-0 al Pontevedra. La reglamentación obliga a tener en el campo siempre a un mínimo de siete jugadores con ficha en el equipo del que se trate y en el partido contra el Pontevedra jugaron durante cinco minutos al mismo tiempo cinco juveniles.
Los hermanos Eneko y Alain Eizmendi, Ros e Illarramendi jugaron de inicio y al salir Ozkoidi el Sanse jugó con cinco juveniles hasta que entró Viguera por uno de los gemelos. Es difícil de entender que los responsables del equipo y de la cantera no conocieran la reglamentación y que por esa tontería se le dé por perdido aquel partido que ganó el Sanse, lo que complicaría sus opciones de permanencia. La Real presentará alegaciones para intentar evitar la sanción, pero no parece fácil.
Xabi Prieto no se entrenó por un hematoma en la pierna izquierda, Carlos Martínez por un plantillazo en el pie derecho y Castillo por una sobrecarga de isquiotibiales. Habrá que esperar la evolución.
El Pontevedra denunció alineación indebida del Sanse, que jugó cinco minutos con cinco juveniles cuando sólo pueden jugar cuatro. Competición ha abierto un procedimiento disciplinario que se puede saldar con la pérdida de tres puntos.
El Consejo presidido por Aperribay, que hoy será recibido por Ibarretxe en Ajuria Enea, se marcó el complicado objetivo de alcanzar antes del final de mes una rebaja grande de los salarios de los jugadores y trabajadores para poder reducir el gran desequilibrio presupuestario de diez millones y de ocho en tesorería con el que se ha encontrado para este ejercicio. La predisposición de la mayor parte de los jugadores y del Comité de Empresa ha sido buena, pero es complicado cerrar acuerdos personales con cada jugador en un mes cuando se les han pedido rebajas importantes y algunos han llegado este año como cedidos.
Casi todos los canteranos y algunos de los restantes han acordado la rebaja y ya hay compromisos firmados, pero quizás sean necesarias un par de semanas para acabar con ese proceso que debe terminar cuanto antes para que los jugadores se centren en lo deportivo. El objetivo es que todos renuncien a una parte, aunque sea un porcentaje menor del propuesto, para que la renuncia sea de todos, aunque algunos plantean más complicaciones.
La culpa no es ni suya ni del actual Consejo. No se puede confeccionar una plantilla que cuesta dos millones más de lo que costó la que comenzó el año pasado y luego, al mes, pedirles que se bajen el 30%. Badiola sólo fue capaz de rebajar en seis meses la ficha de Rivas y la de Gerardo estaba condicionada a una renovación. El Consejo actual ha querido rebajar contratos proponiendo a cada jugador perder una cantidad este año y otra condicionarla al ascenso sin comprometer el futuro deportivo y económico del club y eso plantea dificultades. Son muy fáciles acuerdos como el que se llegó con Gerardo, pero eso sólo provoca aplazar un problema. No es lógico fichar a un jugador en julio por una cantidad y luego pedirle a los pocos meses que se rebaje el sueldo sin que tenga garantías de seguir en la Real en el futuro. Por eso el proceso requiere más tiempo del esperado y es bueno que se cierre pronto con acuerdos con todos y que sólo se sepa el montante del total de lo renunciado sin crear divisiones.
El Consejo se ha centrado en las fichas de los jugadores y sólo se ha mantenido una reunión con el Comité de Empresa, en la que se propuso rebajas en función del sueldo de cada uno. Cuanto más cobran mayor era el porcentaje que perdían. El problema está en que en junio se espera un ERE en el que entrarían más o menos trabajadores en función de que la Real esté en Primera o en Segunda. Por eso el proceso puede alargarse más de lo previsto en un principio.
