Los rebeldes islamistas somalíes del movimiento al-Shabab, los shebab, afirmaron haber tomado ayer la ciudad de Baidoa, 250 kilómetros al noroeste de Mogadiscio, sede del Parlamento de transición de Somalia y uno de los últimos reductor del Gobierno títere de transición.

«La ciudad está completamente en nuestras manos. Hemos tomado el control de Baidoa hoy (por el lunes)», declaró por teléfono a la agencia France Presse el portavoz de los shebab, el jeque Mujtar Robow. «Hay algunos milicianos que nos disparan en la ciudad e iremos a por ellos», aseguró.

«He visto a muchos islamistas a bordo de vehículos militares. Han entrado en la ciudad por el suroeste», declaró un residente, Alí Abdullahi Hassan.

«He visto al jeque Mujtar Robow a bordo de una camioneta en la ciudad. Estaba con muchos milicianos armados», afirmó por su parte un notable de la ciudad, Husein Moalin Nur. A finales de 2006, las fuerzas de los tribunales islámicos controlaron durante unos meses el centro y el sur de Somalia.

Violentos enfrentamientos

Los islamistas entraron en Baidoa desde dos lugares distintos, según las autoridades, e informaciones que llegaban desde allí hablaban de violentos enfrentamientos en la ciudad.

Por su parte, testigos presenciales citados por la BBC señalaron que los milicianos fueron vistos por las calles de Baidoa gritando «Allahu Akbar!» («Dios es Grande!»).

Autoridades somalíes y testigos presenciales informaron a la BBC de que los islamistas tomaron el edificio parlamentario. Algunas informaciones hablaban incluso de la captura del palacio presidencial.

La toma de Baidoa se produjo cuando los diputados somalíes están reunidos esta semana en el país vecino Yibuti, donde se prevé que en unos días elijan al nuevo presidente del país después de la dimisión de Abdullahi Yusuf. De hecho, también han aprobado la inclusión de 200 islamistas moderados como parlamentarios como resultado de las negociaciones de paz entre Gobierno e insurgencia.

El Ejecutivo somalí confirmó ayer el final de la retiradade las tropas etíopes, que apoyaban desde hace dos años al Gobierno en su combate contra las milicias islamistas. El último lugar que abandonaron fue Baidoa, una ciudad que se vio atacada y saqueada desde el momento en que los soldados etíopes abandonaron el país, que no tiene un Gobierno estable desde 1991, año desde el que intenta controlar a las milicias islamistas.