La anterior ocasión en que José Luis Rodríguez Zapatero acudió al programa «Tengo una pregunta para usted» se produjo, como ayer, en un contexto preelectoral. Era marzo de 2007, y el presidente español aprovechó la ocasión para anticipar que no permitirían la inscripción legal del partido Abertzale Sozialisten Batasuna. Se podía prever que anoche el mandatario español volvería a hacer apología del veto electoral a la izquierda abertzale, anticipado en los últimos días por el ministro de Justicia, el fiscal general del Estado y la operación de la Audiencia Nacional. Pero ni siquiera eso.

A un mes vista de los comicios al Parlamento de Gasteiz, el programa estrella de la televisión pública española no incluyó ni una sola pregunta relativa a su política en Euskal Herria, pese a que durante cien minutos se le pusieron sobre la mesa cerca de 40 interrogantes. El dato constata el interés del Gobierno español por sacar la cuestión vasca de su agenda. El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya pidió recientemente la colaboración de los medios para ello, tras publicarse algunas informaciones sobre movimientos de presos.

Las encuestas periódicas del CIS sitúan al «terrorismo» como el principal problema después de la coyuntura económica y la inmigración, con cotas superiores al 20% en los últimos estudios. Pero no hubo solicitudes para Zapatero, ya fuera en torno a ETA, a la ilegalización de la izquierda abertzale o a las perspectivas electorales próximas. En cambio, José Luis Rodríguez Zapatero sí fue preguntado por la violencia en los centros escolares, los impagos de pensiones, el Proceso Bolonia, el aborto o la eutanasia, entre otros.

Barajas como lección

La crisis económica acaparó este segundo cara a cara televisivo entre Zapatero y las decenas de ciudadanos estatales escogidos para realizarle sus preguntas. El líder del PSOE introdujo la cuestión vasca únicamente cuando se le requirió que precisara cuál ha sido su mayor error de esta legislatura.

Respondió que era pronto para valorarlo porque acaba de comenzar, pero apuntó acto seguido que la equivocación más grave de todo su mandato sigue siendo la del 29 de diciembre del año 2006. Aquel día dijo en rueda de prensa que «el año que viene estaremos mejor». Unas horas después estallaba la bomba de ETA en la T-4 del aeropuerto de Barajas.

«Ése es el error más grave que he cometido, y que me sirvió como lección», aseguró Zapatero. Obvió, en cambio, que después siguió hablando con ETA hasta mayo de 2007, como ha reconocido otras veces. De hecho, su anterior participación en «Tengo una pregunta para usted» se produjo en marzo de ese año, y en aquella ocasión todavía hizo alusiones positivas al valor del diálogo para la resolución de conflictos, con referencia expresa al proceso irlandés. Siete semanas después se producía el último episodio negociador, y el proceso se daba por concluido sin acuerdo.

«Después de la lacra terrorista que sufrimos en este país, el hecho más grave que tenemos en la sociedad es la violencia machista», afirmó Zapatero en otro punto del programa, cuando se le preguntó por las muertes de mujeres. En cualquier caso, reiteró varias veces que su actual gran preocupación es el paro.

A Zapatero también se le cuestionó por la venta de armas a estados «que no respetan los derechos humanos», como Colom- bia o Israel. Replicó que el volumen de esta última es «absolutamente insignificante, igual no pasa del millón de euros». Y añadió que cree que no han sido usadas en las matanzas producidas en la Franja de Gaza.