Conflictos juveniles de los 80
«El juego del ahorcado»
M. I. | DONOSTIA
Manuel Gómez Pereira se aparta de sus habituales comedias de éxito, la última fue «Reinas», por segunda vez en su carrera, tras aquel primer intento fallido de «Entre las piernas». Adapta la novela de Imma Turbau a medio camino entre el romance juvenil obsesivo y la intriga de suspense psicológico, con Clara Lago, descubierta por Imanol Uribe en «El viaje de Carol», como absoluta protagonista. Ella tira interpretativamente de su compañero de reparto Álvaro Cervantes, mucho más inexperto y con un papel enamoradizo y dependiente. Sandra y David eran amigos desde la infancia, hasta que un hecho violento cambió sus vidas y les convirtió en amantes, atados por ese secreto compartido en silencio. La ambientación refleja la vida provinciana en la Girona de finales de los 80, con una juventud diferente de la actual. Las motos son la forma más inmediata de obtener sensaciones fuertes, máxime cuando las videoconsolas y los móviles están todavía por llegar. Los juegos de entonces pasaban por las boleras, como lugar de encuentro para quedar con la pandilla de amigos y dejar transcurrir el tiempo ociosamente.