La afición ha vuelto a responder a la llamada del equipo. El Sadar estará lleno a reventar para tratar de llevar en volandas a los suyos ante un rival directo al que sólo vale ganar. Ayer se agotaron las entradas tanto para el compromiso de este domingo frente al Mallorca como para el de la semana que viene contra el Valencia.

El club había hecho un esfuerzo especial para conseguir el máximo apoyo de la hinchada -puso a la venta una especie de bono por 20 euros para ambos encuentros y que podía ser retirado únicamente por los socios- y los aficionados no han defraudado, acabando con el papel. Ahora sólo hace falta que quienes salten al terreno de juego correspondan a este esfuerzo del público.

Y todo parece indicar que quien tendrá encomendada dicha tarea será prácticamente el mismo bloque que consiguió empatar en El Madrigal, con los retoques de la vuelta de Patxi Puñal al doble pivote y la posible inclusión del recién llegado Hidalgo a la media punta.

No sería descartable, dado que el jugador catalán gusta mucho al tándem Camacho-Carcelén, el cual ya se lo quiso llevar en su momento al Benfica -en una operación conjunta con Jesús Gámez-, pero todo ello quedó frustrado por las peticiones económicas del Málaga.

Su participación en el once inicial dependerá, en cualquier caso, de si se encuentra físicamente preparado para aguantar de inicio. Aunque sólo ha jugado de titular ocho encuentros con el Zaragoza, también es cierto que ha participado en un total de 17, lo que hace presuponer que no ha perdido ritmo de competición.

Preparado para debutar

En su presentación, y como no podía ser de otra manera, Hidalgo admitió sus ganas de jugar: «Como si fuese mañana el partido -exclamó con vehemencia-, porque quiero volver a reivindicarme y ayudar a Osasuna en un momento tan delicado». El de Granollers confesó, además, que el míster le había preguntado por si estaba preparado para debutar y él le había respondido afirmativamente.

Cosa bien distinta es si con apenas dos entrenamientos serios -el de ayer y el de mañana, pues hoy habrá jornada de recuperación en las instalaciones de Gorraitz-, su grado de aclimatación y entendimiento con el resto de su compañeros sobre el césped será el suficiente como para un partido de tanta trascendencia.

Por si acaso, Camacho no sólo ensayó con él en la media punta, sino que también colocó ahí a Masoud e, incluso, en la última parte de la sesión varió el esquema habitual para ensayar con una dupla de delanteros compuesta por Pandiani y Dady, tal y como acabó la escuadra rojilla en la última jornada contra el Villarreal.

No fueron las únicas variaciones en las hasta tres pruebas diferentes que realizó el de Cieza. También ubicó a Cruchaga en el eje de la zaga, aunque acabó con Miguel Flaño y Josetxo -superada su sobrecarga, al igual que Ricardo-, que parece ser la opción que tiene más visos de producirse, y relevó a Plasil del carril izquierdo por un Delporte que debe ir ganando en minutos -su asistencia en El Madrigal así lo merece-, pero que no parece todavía como para salir de inicio, a no ser que el técnico rojillo sorprenda a todos reubicando al checo por detrás del delantero, alternativa que no sería para nada descabellada.

Sin olvidarse de la Liga

El pase a las semifinales coperas le ha dado alas al Mallorca, que lleva tres partidos consecutivos sin perder y quiere prolongar su racha en El Sadar. «Sería muy bueno porque es un rival directo que está abajo como nosotros y estamos convencidos de que podemos hacerlo», dijo Nunes.

Los bermellones no quieren distraerse por su buen papel en el torneo del K.O. y el propio Gregorio Manzano ya avisó de que «estamos con alegría, pero contenida, porque a partir de hoy [por ayer] Pamplona está en el horizonte».

Los isleños, que realizaron un muy buen encuentro en Sevilla -las crónicas hablaban de que incluso pudieron ganar 0-4-, perdieron por 3-0 en su visita a Iruñea en la temporada 2006-07, un choque que fue dirigido por el mismo árbitro que pita el domingo: González Vázquez.