Al igual que ocurriera hace cinco años, las elecciones presidenciales en Afganistán no podrán llevarse a cabo en la fecha prevista y serán pospuestas por la violencia que sufre el país. El jefe de la Comisión Electoral Independiente, Azizullah Ludin, justificó la medida de aplazar los comicios inicialmente previstos para mayo por los problemas de «seguridad, técnicos y presupuestarios» que están afectando al proceso electoral.

«Sin seguridad no puede haber elecciones», agregó, e informó de que el futuro presidente del país será elegido el 20 de agosto. La decisión -prevista en el artículo 55 de la Ley Electoral afgana que da potestad a la Comisión para hacerlo si considera que algo puede perturbar el normal desarrollo del proceso o socavar su legitimidad- no causó sorpresa, ya que gran parte del territorio afgano, sobre todo el sur y este del país, es considerado inseguro para que se pueda dar un voto «seguro y justo», según los observadores.

Ludin admitió que la esperanza de que mejore la situación para agosto se basa en la llegada de más de 30.000 militares extranjeros -según anunció el presidente estadounidense, Barack Obama-, lo que incrementará el número de soldados a más de 60.000. «Ellos nos dijeron que habrá más tropas... que garantizarán la seguridad», aseveró.

El mandato del actual presidente, Hamid Karzai, expira el 22 de mayo, por lo que lo normal hubiera sido celebrar las elecciones antes de esa fecha, pero la conflictiva situación en el país no lo ha permitido.

«Vacío de poder»

«La decisión va en contra de la Constitución y creará un vacío de poder, porque Karzai no tendrá legitimidad para gobernar el país después de la fecha estipulada», lamentó el portavoz del Frente Nacional Unido, principal partido de la oposición, Sayed Fazel Sangcharaki.

«Tendría que haber un presidente interino o un Gobierno provisional, cuyos miembros deberían ser escogidos por las dos cámaras parlamentarias y líderes nacionales», añadió antes de advertir sobre la posibilidad de que el país se vea sumido en la violencia durante ese periodo.

Aunque Karzai no se pronunció ayer sobre el anuncio de aplazamiento, el presidente ha reiterado durante los últimos meses que tiene intención de presentarse a la reelección. Consciente de que los bombardeos de tropas extranjeras sobre civiles minan su credibilidad ante el electorado afgano, Karzai ha censurado con vehemencia estos ataques.