De tótem a salir por la puerta falsa: el extraño caso de Fred Weis
La precipitada y estrambótica salida del pívot galo de la disciplina de Bilbao Basket ha enturbiado el ambiente en el seno del cuadro vizcaino, hasta el punto que de lo que menos se ha hablado durante la semana ha sido del vital choque de este mediodía ante Unicaja.
UNICAJA-B. BASKET
Arnaitz GORRITI | BILBO
Como si del extraño caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde se tratase, Fred Weis ha pasado de ser un tótem en el seno de Bilbao Basket a salir por la puerta falsa. Bilbaino de corazón, este francés de Santutxu prometía volver a la capital vizcaina tras acabar su vida deportiva después de la inopinada forma por la cual fue cortado de Bilbao Basket.
Capaz en las dos últimas temporadas de frenar en seco a un pujante Marc Gasol, de no necesitar ayudas para defender a los mejores pivots de la Liga ACB o incluso a todo un Dirk Nowitzki con su selección, y hacer de los intangibles -tales como bloqueos, ayudas, recuperaciones de posición, intimidación...- todo un arte, el gigante de Thionville se ha despedido, valga la ironía, a la francesa.
A la francesa, o no tanto, ya que el terremoto por su salida ha sido tal, que se ha olvidado el partido de este mediodía ante el Unicaja, cuando su importancia relativa no es cosa baladí. Los bilbainos por fin rondan los puestos de play off, pero será difícil que los hombres de negro puedan seguir su buena línea ante un serio Unicaja.
Una historia conocida
Mal final que, curiosamente, tiene mucho de parecido al que el pívot galo vivió en su salida del Unicaja. De hecho, es cierto que pocos apostaban por Weis cuando se decidió su fichaje para el Bilbao Basket de la ACB.
«Sé que el último año de Fred ha sido extraño, difícil y marcado por circunstancias personales que yo no entro a valorar», declaraba Txus Vidorreta, pero prefería describir las tres épocas que Weis ha tenido en Bilbo. «Una, en la que venía un jugador muy mal físicamente y fatal mentalmente; ni se sentía jugador de baloncesto». En su último año en Málaga, en la temporada 2003/04 apenas jugaba diez minutos por partido, sumando una pírrica valoración de 39 en 20 partidos -esta primera vuelta, sin ir más lejos, ha sumado 88 en 16-. Poco a poco, aquella apuesta comenzó a dar sus frutos, logrando rendir a su mejor nivel durante tres años.
«Tuvimos mucha paciencia con él, mucho cariño de nuestro público, un trabajo impresionante de los servicios médicos hasta que él estuviera en condiciones. Mucha gente se sorprendió de que le renováramos, pero habíamos visto algo. No estábamos equivocados porque nos dio dos temporadas y media impresionantes, que es la segunda época que dura hasta la Copa», recordaba Vidorreta.
«Desde ahí no hemos levantado cabeza, lo hemos llevado con la mayor discreción pero ha sido imposible que Fred pudiera volver a ser el que era y no nos ha quedado más remedio que llegar a un acuerdo», zanjó.
Weis quiso recolocarse en Murcia pero, las vueltas que da la vida, uno de los equipos con peor juego interior no lo quiso debido a su baja forma y a una peligrosa fractura en un dedo, lesión que, sin embargo, nunca fue óbice para que rindiera en sus mejores días.
La Casilla ya no baila sus victorias; un capitán ya no está y, en su lugar, un regusto de amargo alivio hiela La Casilla. Hay un motivo menos para sonreír.
Por encima de otros problemas, lo que más debe preocupar al Iurbentia Bilbao Basket es el encuentro ante Unicaja a partir de las 12.30. Más que nunca, abstraerse de lo acaecido durante la semana y agarrarse a la buena racha parecen las mejores armas de los hombres de negro.
«Viajamos con una buena situación física y mucha ilusión», reconocía el entrenador de Indautxu. Vidorreta se mostraba consciente de que las «diferencias entre los seis primeros y el resto se han ensanchado y está costando meter mano a los grandes». Además aseguraba que el Unicaja está «habituado a jugar jueves y domingo» por lo que «no tiene demasiada repercusión» el posible cansancio de los malagueños tras su periplo por Roma.
«El Unicaja está un poco irregular fuera de casa, pero es un equipo con mucho ritmo y un físico espectacular. Jugadores como Haislip, Ndong y Archibald son jugadores grandes, potentes y algunos de ellos juegan muy por encima del aro. Cuenta también con una rotación muy larga en la posición exterior y Jiménez pudiendo actuar de `tres' y de `cuatro'. Es un equipo que sorprende que esté fuera de las cuatro primeras posiciones», dijo Vidorreta.
El preparador, tras congratularse de los buenos resultados de su equipo en enero, reconoció que quiere «estar cuanto antes entre los ocho primeros», al tiempo que anunció que «hay que estar preparados, ya que hemos pegado un sprint fuerte y ahora tenemos febrero para entrar en dinámica de normalidad. Aunque queremos alargar la racha lo máximo posible».