Alta participación en las elecciones a consejos provinciales en Irak
La alta participación y las extremas medidas de seguridad fueron las dos principales características de las elecciones a consejos provinciales que se celebraron ayer en Irak. Los resultados definitivos de estos comicios no se conocerán hasta dentro de varias semanas. La de ayer fue la primera jornada electoral que tuvo lugar en Irak desde diciembre de 2005, cuando se celebraron los comicios para designar al Consejo de Representantes o Parlamento.
GARA |
Millones de iraquíes participaron ayer en la elección de sus consejos provinciales en medio de grandes medidas de seguridad. Los comicios de ayer estaban considerados esenciales para la «estabilización del país» por parte del Gobierno de Nuri al-Maliki. Los resultados no se conocerán hasta dentro de varias semanas.
«A pesar del toque de queda, que puede ser una complicación, hemos podido ver una alta participación durante toda la jornada», afirmó Staffan de Mistura, representante del secretario general de la ONU en Irak.
La tasa de participación se dará a conocer hoy.
En cuanto a los resultados definitivos, se necesitarán semanas para conocerlos debido a la complejidad del escrutinio. «Los resultados preliminares deberán ser comunicados en un plazo de cinco días y los resultados definitivos, en varias semanas», señaló a la prensa el alto cargo de la ONU.
La jornada electoral estuvo marcada por varios incidentes. Los de ayer eran los primeros comicios que se celebraban en Irak desde 2005.
«Ha habido problemas menores de organización y de logística. Ha habido también problemas de seguridad, pero no han sido nada serio», estimó el jefe de la Comisión Central Electoral, Faraj al-Haydari.
De Mosul, considerado como «el último bastión urbano de Al-Qaeda», en el norte a Fao, en el extremo sur, a orillas del Golfo, pasando por Ramadi, a las puertas del desierto, y Bagdad, cerca de quince millones de iraquíes estaban convocados a votar en unas elecciones a una sola vuelta para renovar los consejos provinciales, que, a su vez, escogen a los gobernadores.
El primer ministro, Nuri al-Maliki, cuya lista Coalición por el Estado de Derecho era la favorita, se felicitó por «la importante participación» en el escrutinio, considerado como un test para medir la estabilidad del país y su propia popularidad.
Un millón de solados y policías
Cerca de un millón de soldados y policías se encontraban en estado de alerta y se adoptaron medidas de seguridad draconianas para evitar atentados kamikazes o ataques de los insurgentes.
«En 2005, pertenecía a Ansar al-Sunna [uno de los grupos más radicales] y nuestro jefe nos dijo que quienes iban a votar eran apóstatas», afirma Abu Riad antes de votar en Ramadi, capital de la provincia sunní de al-Anbar.
«Hoy vengo a votar para compensar todo lo que hemos perdido boicoteando los últimos escrutinios», dijo.
En Bagdad, también se produjo una gran afluencia a las oficinas de voto. «En 2005 votó según bases confesionales, pero esta vez, he elegido a los más competentes», asegura Raad Kazem, un chií de 65 años.
El presidente estadounidense Barack Obama calificó ayer los comicios iraquíes de «importante paso adelante para el futuro del país, que deberá estar en manos de los propios iraquíes».
Aparecieron en las oficinas de voto dos horas antes del fin del escrutinio. Como respondiendo a una llamada misteriosa, los sunníes de Mosul, en el norte de Irak, acudieron a votar para hacer frente a la influencia kurda.
«He participado en las elecciones porque la situación de la seguridad ha mejorado y porque ya estamos hartos de fatwas [edictos religiosos] y de terroristas, que han traído la destrucción a nuestra ciudad», afirma Baker Abdel Razzak, un profesor de 39 años.
Cerca de 1,6 millones de electores habían sido llamados a elegir entre 31 listas en esta provincias, pero el desafío principal del escrutinio para los sunníes, mayoritarios, era volver a controlar el Consejo Provincial, dominado por los kurdos debido a su abstención masiva en 2005.
«Hemos votado en familia por primera vez en nuestra vida. Puede decir que no ha habido fatwas que nos prohibían participar. Todo lo contrario, nos animaban a participar», asegura Ayub Mohammad Suleiman, un abogado de 45 años.
«Voy a votar por la lista Habda porque los candidatos son gentes de bien y de confianza, que tienen propiedades y que no necesitan el dinero del Gobierno», asegura por su parte Ahmad Abdallah Amir, un profesor de 39 años, en referencia a la lista de Athil al-Nuyeifi, propietario de 400 pura sangres árabes.