TITIN III-PASCUAL 7

OLAIZOLAII-MENDIZABAL 22

Fue simple. Mendizabal tuvo más pegada que Pascual, y Aimar le comió la tostada a Titín en casi todos los lances. Si a ese primer análisis le sumamos que el de Tricio salió perjudicado tras una decisión de los jueces, y que ese hecho cambió la mentalidad del -casi- siempre peleón delantero riojano, asimilaremos con más facilidad un marcador tan abultado como el 7-22.

Y eso que el inicio prometía contener todos los ingredientes para que saliera un gran partido. Como dato, para los tres primeros tantos ya se habían llevado más de 100 pelotazos a buena, y el marcador fue testigo de 5 igualadas en el tanteador durante los primeros minutos: 1-1, 2-2, 3-3, 4-4, 5-5. Fueron unos compases iniciales jugados a base de músculo; muy apretados atrás, y gustosamente emocionantes en los cuadros delanteros. Pero a partir de ese instante los azules jugaron en mejor sintonía; acertando más y golpeando más fuerte.

Titín y Pascual dieron muestras de una débil unión, la sensación de no jugar en la misma frecuencia, y como consecuencia de esos errores de comunicación, perdieron más de un tanto. Aguantaron hasta el 7-9, pero de ahí en adelante Aimar y Mendizabal fueron abriendo una bonita renta. El tanto 7-13, que llegó tras una espectacular dejada de Oier Mendizabal, que antes tuvo que correr hasta el ancho para recoger un gran remate de Titín, no hizo más que ahondar la crisis anímica de los azules. Sí. Han leído bien, 7-13. Y es que a partir de ese momento los azules no fueron capaces de sumar un solo tanto. Todo tiene su «explicación».

Sucedió en el tanto 7-15. Olaizola lanzó un veloz gancho, pero un giro troncal demasiado exagerado del goizuetarra mandó la bola a las tablas de contracancha. Casi todos los presentes vieron claramente la falta de Aimar, pero el juez acabó por dar el tanto a los azules. El de Tricio se enojó y abandonó la cancha jurando en arameo, y vete tú a saber en qué otros idiomas. Su enfado -totalmente entendible- no fue en consonancia con la actitud de un profesional. Hubo algún silbido contra tan exagerada actuación, pero el de Tricio volvió a la cancha, y todo olvidado. Aunque ya nada fue lo mismo. La mente de Titín se evadió del partido, y jugó el tramo final del encuentro como si de un trámite se tratara.

Ese hecho fue comentado incluso por los propios protagonistas tras el partido. «Estábamos jugando un partido muy completo, y esa decisión ha hecho que Titín se haya ido del partido. Es una pena por el espectáculo», comentó Oier Mendizabal.

Agónico encuentro

Hoy dará fin esta quinta jornada del Parejas en un partido a vida o muerte. El frontón Astelena (17.00, ETB-1), acogerá el partido que enfrentará a Bengoetxea y Beloki contra Xala y Zubieta. El zaguero de Etxarri entra en competición para suplir la baja de Laskurain en un partido en el que los derrotados se cerrarían las puertas para pasar a semis.