Sólo el Barakaldo se descolgó del pleno de triunfos vasco
Itxako obtuvo una trabajada victoria ante el Mar Alicante (24-25), mientras que Akaba alcanzó la cuarta plaza tras derrotar a domicilio al Feve Gijón (21-23).
Natxo MATXIN | IRUÑEA
Itxako Navarra tuvo que tirar de coraje ante el Mar Alicante (24-25) para mantener inmaculada y poner el broche de oro a una formidable primera vuelta, repleta de victorias: trece de trece. Y, de paso, abrir un mayor colchón de puntos en el liderazgo del grupo, ahora de cinco, tras la victoria a domicilio que firmó el Parc Sagunt en la cancha del Elda (34-48).
Las de Ambros Martín sudaron tinta china para hacerse con un nuevo triunfo. La expulsión de Begoña Fernández en el minuto 21 por protestar a los colegiados -dejó toda la tarea del pivote a Alessandra Medeiros-, la fragilidad defensiva y lo espeso del ataque amarillo propiciaron que las locales se fueran con ventaja al marcador en el descanso (14-13).
Peligraba la vitola de invictas de las lizartarras, pero a partir de ahí salió a relucir su condición de mejor equipo del campeonato. Hubo mayor variedad defensiva y eso se notó en la recuperación de balones. Sin embargo, el final también fue de infarto. Empate a 24 a falta de 15 segundos, ataque navarro, una trastabillada Mihai consigue combinar con Jessica Alonso y ésta, desde el extremo derecho, anota sobre la bocina.
También en racha, el Akaba Bera Bera consiguió hacerse con la cuarta plaza -empatadas con el Mar Alicante- tras imponerse en la pista del Feve Gijón (21-23), en un choque en el que las guipuzcoanas ya dejaron claro el signo del partido en la primera media hora (8-14).
Las de Reyes Karrere no desaprovecharon la oportunidad de ascender en el escalafón liguero y, merced a una magnífica defensa, sólo el desacierto en los últimos metros impidió que el encuentro concluyera con una diferencia más abultada.
El Zuazo, casi
A punto estuvo el Zuazo Barakaldo de conseguir su segundo triunfo de la temporada que, además, hubiera sido consecutivo, pero las de Jorge Dueñas se atascaron en el ecuador de la segunda parte y después todo fue nadar para ahogarse en la orilla. De hecho, les faltó un minuto para protagonizar la voltereta, ya que a falta de diez minutos para el final perdían por una diferencia de seis goles (21-27), pero el milagro no se produjo.
Croacia y Francia protagonizarán la final más esperada, pero con pronóstico incierto dada la similitud de juego de ambas selecciones y su trayectoria inmaculada a lo largo del Mundial 2009 que concluirá hoy. Quizás el que los balcánicos cuenten con el factor cancha a su favor -de sobra es conocida la presión que ejercerá el público croata- les da una cierta ventaja, pero todo les hará falta para doblegar el poso de los de Claude Onesta.
De momento, los franceses ostentan la vitola de campeones olímpicos y, caso de derrotar a los anfitriones, sumarían el tercer mundial a su palmarés, tras obtener los de 1995 y 2001. Para los dirigidos por Lino Cervar, sería su segundo entorchado, después de conseguirlo en 2003.
Al margen de las estadísticas, el choque se presenta tenso e igualado, con dos combinados que han dejado claro que, al margen del desenlace final, han sido los mejores con diferencia, tal y como lo demostraron en las semifinales ante Dinamarca y Polonia.