El equipo blanquiazul se colocó en puestos de ascenso a la espera de los reultados de hoy de Tenerife, Zaragoza y Salamanca
La Real sufre con diez para ganar
Un penalti cometido sobre Abreu y transformado por el delantero uruguayo bastó para conseguir la victoria gracias al espíritu de sacrificio del equipo menos goleado de la categoría, que logró aguantar una hora con diez por la injusta expulsión de Markel.
U.D. LAS PALMAS 0
REAL SOCIEDAD 1
Joseba ITURRIA | LAS PALMAS
La Real logró su tercera victoria a domicilio de la temporada gracias al espíritu de sacrificio colectivo que ha dado a la Real sus mayores éxitos. En un partido que se puso de cara al cuarto de hora en un penalti tan claro como sin sentido de Siro Darino, los blanquiazules tuvieron que sufrir a partir de ahí con un esfuerzo que se multiplicó tras la injusta expulsión de Markel.
La Real ha encontrado la seguridad que necesita todo equipo en su trabajo defensivo. Con el de ayer son doce los partidos en los que el portero blanquiazul no ha encajado gol, diez de los dieciséis últimos, y los quince goles recibidos en veintidós partidos permiten sacar la máxima rentabilidad a los pocos goles que se consiguen.
La Real ni defendió muy bien ni acertó a mantener un mínimo de posesión de balón, que es la mejor manera de defender una ventaja, pero los blanquiazules se dejan la vida sobre el campo. Sufren y corren desde el principio al final y tanto Bravo como los tres centrales dan un nivel altísimo que permite que los rivales no tengan ocasiones claras dentro del área. El equipo está comprometido con la causa y concentrado al 120% y, si está junto y no concede situaciones claras dentro del área ni comete errores, en Segunda es difícil que los rivales marquen goles porque no hay mucha calidad.
El Las Palmas atacó contra diez una hora, con un equipo en el que de medio campo para adelante todos eran jugadores ofensivos y sólo fue capaz de crear una ocasión clara de Pablo Sánchez en un fallo de Rivas y Markel y un disparo de Jorge, detenidos por Bravo. En el segundo tiempo, con la Real agotada físicamente y encerrada en su área, no pudo generar claras ocasiones.
Condicionado por la expulsión
Y eso que el partido fue un monólogo local que estuvo condicionado por la expulsión de Markel Bergara a la media hora de juego. En Las Palmas se había caldeado el ambiente para responsabilizar a los árbitros de los últimos malos resultados. Aunque parecía que Melero López aguantaba la presión tras el penalti, quiso nivelar el partido con una expulsión injusta en una falta simple en la que Markel se equivocó al pelear con insistencia un balón en el centro del campo en una jugada que no tenía peligro. Pero en ningún caso podía ser sancionada con una segunda amarilla.
Si hasta entonces el Las Palmas ya había llevado el peso del partido, y más tras verse en desventaja, esa dinámica se acrecentó tras la expulsión. Aunque Aranburu pudo marcar enseguida en una buena jugada, los locales tuvieron sus dos claras opciones desbaratadas por Bravo.
El segundo tiempo fue un ejercicio de impotencia del Las Palmas, que no conseguía doblegar la resistencia realista. Aunque tuvieron la mejor opción del segundo tiempo en un remate de Necati lejano que salió fuera por poco, los blanquiazules no podían mantener el balón más de veinte segundos y así los minutos eran eternos.
Lillo dio entrada a Mikel González para fortalecer la zona central y a Carlos Martínez para oxigenar al equipo porque Castillo ya no podía más después de pasarse todo el partido corriendo para defender una banda en la que no tenía ayuda y entraban tres canarios. Su sacrificio, como el de todos, tuvo la recompensa merecida.
Juanma Lillo salió a la sala de prensa cariacontecido a pesar de la victoria porque «ha muerto la abuela de Diego Rivas y ha sido un golpe duro para todos, estamos muy tristes». Sobre el desarrollo del encuentro manifestó que su equipo se centró en tareas defensivas «no sólo por estar un hombre menos. Más allá de la conducta del Las Palmas, ha habido un rato en el que hemos encontrado más a Sebastián, pero no lo suficiente para que el equipo pudiera salir y juntarse. Al no tener fútbol e ir ganando, sin querer tomas la decisión de conservar lo que tienes. Pese a todo, los remates de Mikel Aranburu y de Necati han sido más claros que la ocasión más clara de ellos. El equipo ha estado junto permitiendo sólo centros laterales y de alguno de ellos te pueden meter un gol, pero no siempre nos va a pasar. Estuvimos bien armados y juntos en un campo muy inestable ante un equipo que sabíamos que presionaba mucho».
Admitió que vivió los últimos minutos «con tensión porque no eres dueño de la situación, que es del contrario y de que podía llegar un gol. Pero tampoco fueron situaciones claras y tenemos un hiperportero que trasmite mucha tranquilidad. Saber que te juegas los cuartos con un tipo como Claudio te da la tranquilidad que él nos trasmite a todos nosotros y a sus compañeros».
De la expulsión injusta a Markel se limitó a señalar que «quiero verla. Él estimaba que en la segunda tarjeta, la sanción está muy por encima de la falta».
El técnico local, Javier Rodríguez, dijo que «la Real se ha encontrado con las aguas más favorables porque hicieron gol muy temprano y es un equipo que defiende muy bien. La zona fuerte del juego la densifican tanto que es muy difícil superarles y por eso intentamos buscar superioridad en banda porque por arriba sus centrales son buenos. Pero los números no engañan. Es el menos goleado de la categoría, tienen mucha experiencia y se sienten cómodos al defender su portería. Al margen de sus argumentos, Bravo cuando interviene muestra su solvencia».
La Real tomará a las once de la mañana el vuelo que le trasladará desde Las Palmas a Hondarribia con escala en Madrid. Los blanquiazules comenzarán a preparar mañana a las 15.45 el partido del sábado a las 18.30 contra el Zaragoza en Anoeta (ETB).
Al margen del empate del Sanse ayer ganaron todos los equipos de la cantera. El juvenil 1-2 al Oberena, el cadete 1-5 al Danok Bat, el infantil 2-0 al Zarautz y el infantil txiki al Zarautz por 0-1.