Raimundo Fitero
A horcajadas
Al director de ese canal televisivo ultramontano que lleva un nombre absolutamente capcioso: Intereconomía, los de «El Intermedio» se la han colado a horcajadas. La becaria agredida verbalmente por El Gran Wyoming ha sido una de sus muchas tumbas, en donde el director Xavier Horcajo ha intentado seguir con su carrera de insultador, de matón mediático, de los que van de moralista con actos inmorales, de los que dan lecciones de periodismo haciendo basura. Es un canal entero absolutamente dedicado a injuriar y a repartir hostias a todo aquello que no sea la extrema derecha española social, política y religiosa.
Este tipo de canales salidos la mayoría de los decretos de cesión del gobierno de Esperanza Aguirre son los que hacen de las plataformas y del TDT un lugar inhóspito. Crecen con demasiada facilidad este tipo de ofertas, parece que no tienen fin los recursos económicos que reciben de todos los fondos de reptiles existentes, de todos los lugares donde nacen, se reproducen y mueren todos los espías de pacotilla, todos los chivatos del oficio, los hooligans de la reacción nacionalcatolicista española más en auge. Se la han colado a horcajadas por subirse a un burro cojo, por difundir un vídeo sin comprobar su origen, sin consultar a los interfectos. Se la han colado a horcajadas por recrearse en su odio y falta de escrúpulos. Montaron, hasta una tertulia a partir del vídeo trucado, del montaje y sirvió para que dijeran, como siempre hacen, lo que les da la gana, sin ningún rigor y siempre llamando a mayores a la intervención de poderes superiores vayan con casulla o con sable. O ambos.
Riéndose del tal Horcajo, «El Intermedio» consiguió su máxima audiencia. Así está el asunto. Y las reflexiones sobre todo este asunto deberemos realizarlas con un poco más de calma. La guerra entre medios no solamente es económica, sino ideológica. La falta de las mínimas prevenciones para comprobar la autenticidad de un vídeo es una manera de cargarse la credibilidad de todos, y el tono empleado nos hizo reir, y mucho, especialmente por la gran actuación de Beatriz Montañez y Chechu Monzón. Impecables. Pero nos dejó mal cuerpo.