Todas las terminales del Estado se han puesto ya en marcha para arropar al Gobierno de ZP en su cruzada ilegalizadora. Además, con entusiasmo. Y «El Mundo» nos adelanta por capítulos como van a tratar de hacerlo.

Ayer, en una de sus habituales exclusivas antiterroristas, el rotativo de Pedro J. Ramírez explicaba los argumentos de fondo del asunto. Así, advertían de «las gravosas consecuencias que podría tener que los representantes de Askatasuna y de D3M lleguen al Parlamento vasco. (...) la situación sería irreversible y les permitiría aprovechar sus derechos como diputados para los fines ilícitos, tal y como han demostrado los casos de PCTV y ANV». Serán igual de irreversibles, digo yo, que los cargos electos del resto de partidos. ¿O no?

En el caso de D3M se jactan de tenerlo fácil, pero se les ensombrece el rostro a continuación: «Más enrevesada es la situación de Askatasuna, ya que la izquierda abertzale ha tenido cuidado para que no se la pueda vincular directamente con Batasuna. Sin embargo, tanto las circunstancias en el pasado de Askatasuna como sus reacciones actuales demuestran, a juicio de la Fiscalía y de la Abogacía, una relación directa con el entramado afín a la banda». Veamos qué se les ha ocurrido ahora: «los informes de Policía y Guardia Civil en los que se afirma que ETA ha dejado claro mediante documentos internos -publicados por este diario- su intención de presentarse a los comicios, y añaden las declaraciones de miembros de Batasuna compartiendo esa necesidad». O sea, que cualquiera que quiera presentarse a las elecciones sigue las directrices de ETA. Bien está saberlo.

Lo mejor está por llegar. Y cita «tres datos esclarecedores: ni Askatasuna ni D3M han protestado porque se les esté vinculando públicamente con ETA, no han condenado ni un solo atentado y, además, los estatutos aportados por Askatasuna son idénticos a los de Batasuna y Euskal Herritarrok». ¡Curiosa democracia en la que te pueden condenar por estar calladita en tu casa!

Al final, la perla: «Respecto a los miembros de las listas presentadas para los comicios del 1 de marzo, Abogacía y Fiscalía aportarán a la Sala del 61 del Supremo, entre otros datos, las visitas a los presos de algunos de ellos». No merece la pena seguir.