Los portavoces independentistas Fermín Irigoien y Txelui Moreno comparecieron ayer en rueda de prensa en Iruñea para denunciar la operación policial que tuvo lugar el pasado 23 de enero, que se saldó con la detención de 8 personas en Gipuzkoa, Bizkaia y Araba, así como diversos registros en Nafarroa. Asimismo, censuraron la actitud de NaBai, a quienes acusaron de ser «cómplices silenciadores de la represión del Estado» por no haber facilitado que el asunto llegara a debatirse en el Pleno del Ayuntamiento iruindarra.

A su lado comparecieron Mariné Pueyo y Xanti Kiroga, ediles abertzales en los Consistorios de Iruñea y Huarte que sufrieron sendos registros enmarcados dentro del citado operativo.

Moreno recordó que tras los registros de los domicilios de ambos concejales, en los que las FSE «incautaron abundante documentación de su trabajo municipal, ordenadores y fotografías personales», los electos independentistas iniciaron los trámites reglamentarios para que lo ocurrido fuera debatido en los plenos de sus respectivas localidades.

«Si bien en Huarte se trataron estos hechos y se aprobó una moción de solidaridad con el edil que padeció la operación, en el Consistorio de Iruñea ocurrió todo lo contrario, ya que el búnker UPN-PSN mantiene su antidemocrática y excluyente postura de impedir que cualquier propuesta de los ediles independentistas sea tratada en la sesión», explicó el representante abertzale, tras lo que agregó que la única alternativa para debatir sobre los hechos pasaba por convocar un pleno extraordinario, para lo cual era necesario sumar los votos de los ediles independentistas y los del grupo municipal de Nafarroa Bai, a lo que esta coalición, comandada en Iruñea por Uxue Barkos, se negó.

Una actitud que a su juicio deja de manifiesto que NaBai «ya no se limita situarse junto a quienes niegan la democracia de nuestro pueblo, sino que impide de forma activa que se pueda debatir en torno a las graves consecuencias de la represión», concluyó.