Una multa de Competencia puede hacer desaparecer el sindicato Hiru
El sindicato de transportistas autónomos Hiru exigió el archivo inmediato del expediente que ha abierto el Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia que supone una sanción de entre 500.000 y 10 millones de euros por una «recomendación colectiva» de precios, y que puede hacer desaparecer el sindicato. Insistió en que el objetivo de sus intervenciones ha sido la exigencia de condiciones de trabajo dignas.
Pablo RUIZ DE ARETXABALETA |
El sindicato de transportistas autónomos de Euskal Herria Hiru reclamó ayer al Gobierno de Lakua la retirada inmediata del expediente sancionador que ha abierto en su contra el Servicio Vasco de Defensa de la Competencia, acusándole de haber formulado «una recomendación colectiva de precios». El Servicio ha finalizado el expediente y lo ha trasladado al Tribunal Vasco de la Competencia calificando la actuación del sindicato como «grave», lo que podría acarrear una multa de entre 500.000 a 10 millones de euros.
Hiru alertó de que una sanción de este tipo supone gravísimas consecuencias para el sindicato y para sus miembros, comenzando por la desaparición del propio sindicato, «ya que para un sindicato pequeño como el nuestro es imposible hacer frente a una sanción económica de este tipo».
La denuncia por la que los transportistas autónomos se enfrentan a una sanción tan elevada se refiere a una rueda de prensa en enero de 2008 en la que los representantes de Hiru reclamaron condiciones dignas de trabajo para los transportistas y para ello, según explicaron, tomaron como referencia el incremento de costos aportados por el Ministerio español de Fomento y por el Departamento de Transportes de Lakua, lo que equivalía a un 5% de aumeto de las tarifas.
«Los transportistas tienen que trabajar en condiciones dignas que produzcan seguridad para ellos mismos y a los usuarios de la carretera, y la seguridad es que el precio que van a cobrar por su trabajo sea el precio real y quien tiene que abonarlo es el usuario de transporte, no la sociedad a escote», afirmó el secretario técnico de Hiru, Esteban Murumendiaraz. Además del peligro de la continuidad del sindicato, señalaron que si no puede hacer frente a la sanción, el Gobierno puede llegar a embargar los bienes de los miembros de la junta del sindicato, «es decir, pretende quitar la casa y el camión a nueve personas cuyo delito ha sido trabajar durante años en defensa de los transportistas autónomos. El Gobierno amenaza, por tanto con cerrar nueve empresas y dejar a sus familias en la calle. Lo que no ha conseguido la crisis lo va a conseguir Lakua», denunció Murumendiaraz.
Precedente para los sindicatos
En opinión de los transportistas de Hiru, el expediente supone un precedente «muy peligroso porque abre la puerta a futuras actuaciones en contra de cualquier sindicato que reivindique unas condiciones de trabajo dignas para los trabajadores de este país». En su opinión, el Ejecutivo de Lakua, a través del Tribunal de la Competencia, pretende «poner las leyes del mercado por encima de la defensa de los derechos de los trabajadores» insistió el secretario técnico.
Los representantes de Hiru aseguraron que en la rueda de prensa que Competencia tomó como motivo de sanción, tantas veces como lo que debía subirse la tarifa del transporte dijeron que lo que buscan es un transporte de calidad, «con condiciones dignas, con transportistas cobrando un precio justo por su trabajo que impida que la gente busque otras soluciones como cargar más el vehículo o circular más horas de las permitidas», ya que eso se traducía en un incremento de coste que había que trasladar al cliente.
«El delito concreto es haber utilizado una palabra: recomendar», indicó. La portavoz del sindicato, Estitxu Ugarte, afirmó que en las conversaciones que han mantenido con miembros del Servicio de la Competencia, «nos han dejado claro que si en vez de haber utilizado la palabra `recomendar' hubiéramos utilizado alguna otra no habría sucedido esto».
Por ello, lamentaron que se anteponga el uso de una palabra a años de trabajo por un modelo de transporte para imponer sanciones imposibles de asumir. «Confebask esta recomendando continuamente moderación salarial y ningún tribunal de la competencia le ha abierto expediente. Nosotros dijimos a los transportistas que deben trabajar en condiciones dignas y sien este sistema eso se traduce en dinero no es problema nuestro. El problema es que el tribunal está diseñado para atacar la labor de los sindicatos. Hoy es Hiru y mañana puede ser cualquier otro», advirtió Ugarte.
Por todo ello, el sindicato exigió «el archivo inmediato del expediente del Tribunal de Defensa de la Competencia», que «no tiene ni pies ni cabeza y ataca el derecho de los transportistas autónomos a revindicar unas condiciones de trabajo dignas» y «pone en peligro el futuro de un sindicato que durante sus cinco años de historia lo único que ha hecho es trabajar a favor del sector».
Protesta en Ajuria Enea
La primera medida que adoptará Hiru será trasladar la denuncia «a quien es el responsable máximo de lo ocurrido, el actual lehendakari, Juan José Ibarretxe». Así, el próximo lunes, bajo el lema «Hiru ez itxi. Garraio Duinaren alde» llevarán a cabo una concentración a las puertas del palacio de Ajuria Enea en la que entregaran una carta con la exigencia del archivo del expediente.
Por otro lado, indicaron que han mantenido contactos con sindicatos y partidos políticos y grupos parlamentarios, y aseguraron que «todo el mundo se escandaliza y nadie puede creerse que por una rueda de prensa puedan cerrar un sindicato pero ,por lo visto, el Gobierno vasco tiene eso entre sus planes».
La portavoz del Ejecutivo de Lakua, Miren Azkarate, trasladó ayer cualquier valoración al Departamento de Hacienda, que, a su vez, rehusó opinar sobre el asunto.
Apenas tres semanas después de la rueda de prensa en la que Hiru reclamaba condiciones y tarifas dignas para el trabajo en el sector, el 15 de febrero del año pasado, el Servicio Vasco de la Competencia, dependiente del Departamento de Hacienda anunciaba en la revista «Transporte XXI» que había abierto un expediente sancionador al sindicato por efectuar una recomendación colectiva sobre las tarifas. El Tribunal no da noticia del mismo a los afectados hasta el 27 de febrero y les sugiere la posibilidad de solicitar un «acuerdo de terminación convencional», una fórmula que evitaría el proceso y la multa. El Servicio Vasco de la Competencia, el órgano encargado de recopilar la información del caso y trasladarla al Tribunal, da noticia oficial a Hiru sobre el expediente el 29 de febrero.
Este organismo se ha venido negando en reiteradas ocasiones a que Hiru acceda al acuerdo de terminación convencional, incluso aunque el Tribunal llegó a aceptar un recurso de Hiru. Finalmente, se rechazaron todas las alegaciones sindicales y recomienda la sanción por una falta grave: entre 500.000 y 10 millones de euros.
Los representantes de Hiru explicaron que tampoco tienen una alternativa real de recurrir la sanción. La única posibilidad sería recurrir al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, pero éste exige un aval por una cantidad similar a la multa, lo que lo hace imposible. «Lo único que esperamos es es que se archive inmediatamente», afirmaron.
El Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia impuso una sanción de 116.000 euros a tres empresas vascas productoras de asfaltos, Campezo, Coprisa y Orsa, por haber acordado los precios de diversos productos durante los años 2001 y 2002, lo que afectó a obras pagadas con dinero público. Las tres empresas admitieron la infracción a cambio de una reducción significativa de la multa.
Otro antecedente de sanción, esta vez de 250.000 euros, recayó sobre la organización patronal de transportistas en Bizkaia Asetravi en 2007, por recomendar alzas en los precios del transporte en setiembre de 2005 y abril de 2006. Asetravi recurrió la sentencia. Igualatorio Médico, agentes de la propiedad inmobiliaria de Bizkaia y Gipuzkoa, Carrefour o panaderías de Bizkaia también tienen expedientes abiertos.
Los representantes de Hiru recordaron que la apertura del expediente se produjo en un contexto en el que los transportistas habían empezado a sufrir la escalada del precio del gasoil, «derivado de la especulación». «Sería inocente pensar que este expediente no tiene nada que ver con el malestar que sentía el sector en aquellos momentos. El Gobierno vasco apuesta entonces por obstaculizar el trabajo del sindicato y evitar que los transportistas autónomos reivindicasen lo que les correspondía», aseguraron.
Por otro lado, indicaron que este expediente «deja claro cuál es el modelo de transporte que pretende impulsar el Gobierno vasco: un transporte barato, precario y que deje fuera al autónomo». Hiru lo interpreta como un mensaje a los transportistas: «Si para abaratar el coste del transporte tenéis que mataros en la carretera o poner en riesgo la vida del resto del resto de usuarios de las carreteras, mataos». Murumendiaraz explicó que a Lakua no le interesa un servicio de transportistas autónomos que quieran trabajar en condiciones dignas sino un modelo con «gente más desarraigada, con gente de otros países, que hace que la precariedad y los accidentes se incrementen, porque no puede descansar en condiciones normales y con su salario no puede pagar un menú de diez euros. No pueden realizar el trabajo de forma segura y digna». Ugarte añadió que la deslocalización de empresas afecta de forma directa al transporte, ya que para que resulte rentable también hace falta un un transporte que trabaje por debajo de sus costes. El expediente del TVDC ataca el modelo de transporte que defendemos», concluyó.
El sindicato de transportistas autónomos Hiru surgió a principios de 2002 cuando se unieron los antiguos sindicatos de transportistas autónomos que operaban en Araba y Gipuzkoa, Sintraraba y Sintragi. Tras un conflicto en Sintrabi, a los pocos meses se constituía Hiru Bizkaia. El sindicato funcionó de forma confederada en un principio para después constituir una estructura nacional. En 2003 extendió su organización a Nafarroa. En la actualidad cuenta, según sus cifras, con unos mil afiliados, entre los que también hay transportistas de Ipar Euskal Herria.
Señalan que se trata de un colectivo muy heterogéneo tanto desde el punto de vista de la carga -madera, hierro, material para obras, reparto urbano- como del tipo de trabajo que desempeñan -desde los que lo hacen cerca de casa en labores de reparto hasta los que se encuentran habitualmente lejos de sus domicilios-.
La mayoría conduce su propio camión y algunos tienen varios vehículos y conductores.P.R.A.