En los quince juzgados que tramitan casos de violencia de género en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se registraron el año pasado 3.979 asuntos penales y 1.783 solicitudes de órdenes de protección. Los datos, calificados por el consejero Joseba Azkarraga como «alarmantes», suponen que se contabilizaron 62 casos más que en 2007.

Azkarraga incidió en que todas las medidas que se adopten «servirán de poco o nada, si las víctimas no denuncian su situación y si la sociedad no muestra su total intolerancia ante cualquier manifestación violenta de este tipo». «La verdadera revolución no llegará -añadió- hasta que no seamos conscientes de lo que las víctimas nos exigen: que evitemos la dramática realidad antes de que se produzca».

Más «preocupante», subrayó el titular de Justicia, Empleo y Seguridad Social de Lakua, es que en 462 ocasiones -un 11,6% del total- las víctimas renunciaron al proceso judicial. A la espera de las conclusiones que se obtengan de un estudio encargado al Instituto Vasco de Criminología, Azkarraga apuntó que las razones, a su juicio, habría que buscarlas en «una fuerte dependencia emocional, al sentimiento de culpabilidad por romper la familia, a la falta de medios económicos y al miedo a represalias».

En base a la información de la que disponen, el perfil de agresor es en su mayoría «autóctono», aunque crece a «porcentajes altísimos» el número de inmigrantes implicados en casos de violencia machista. Joseba Azkarraga dijo que un 36,2% de los agresores lo son y que en el caso de las víctimas, se trata de un 25,7%. La edad de los agresores no supera los 40 años en un 56% de las veces mientras que en esta la franja de edad, entre los 18 y los 40 años, se encuentra el 52% de las mujeres.

Entre los instrumentos desplegados para terminar con esta lacra social se encuentra un Centro de Coordinación, puesto en marcha el pasado 2 de enero. Su objetivo principal es el de coordinar a buena parte de las instituciones y servicios que hacen frente a la violencia machista.

El consejero explicó que «este servicio pretende terminar así con la doble victimización de estas mujeres obligadas, hasta este momento, a exponer su caso ante cada una de las instituciones que las asiste». El Centro recopila información y la hace llegar a los servicios que la necesitan evitando así que la víctima tenga que relatar una y otra vez su situación personal, «algo muy penoso para ella». «Igualmente posibilita -resaltó- un seguimiento individualizado de las víctimas». En su primer mes, ha recibido 151 resoluciones.

Al Centro llegan todas las resoluciones judiciales que, en los casos de violencia machista, dictan los quince juzgados competentes de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Estas resoluciones son inmediatamente trasladadas a las instituciones implicadas, consiguiendo así un «sistema de intervención integral, ágil y eficaz». «Además -recalcó el responsable autonómico- tiene información del Registro Central de Violencia Contra la Mujer del Ministerio de Justicia, por lo que puede conocer si el agresor tiene medidas adoptadas en otros juzgados del Estado».

Azkarraga anunció, asimismo, que el 16 de febrero se pondrá en marcha en Bilbo una unidad de valoración forense integral, con equipos multidisciplinares, a la que seguirá en abril otra en Donostia y en junio le llegará el turno a la de la capital alavesa.