Ekologistak Martxan ha confesado no haberse sorprendido porque los gestores de Zabalgarbi hayan destinado una buena parte de su capital -10 millones de euros- a inversiones en fondos especulativos de alto riesgo; 3,7 millones en la estafa piramidal de Madoff. El descubrimiento de estas operaciones terminó la semana pasada con la destitución del presidente de la compañía, Juan Ignacio Unda, y del director financiero.

Este organismo ecologista, tal como viene pidiendo desde hace años a las autoridades, reclama «luz y taquígrafos» sobre las cuentas de una empresa donde la Diputación vizcaina tiene un 20% del capital, el Ejecutivo de Lakua dispone de un 10% y la Mancomunidad de Ayuntamiento de Ezkerraldea otro 5%. Por ello, en aras a la mayor transparencia posible, estima que es urgente que el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) audite el uso que se da al dinero de los contribuyentes, o en su caso lo haga una entidad independiente.

Asimismo, este colectivo reivindica que el dinero aportado desde las arcas públicas sea fiscalizado por comisiones de la Cámara de Gasteiz y de las Juntas Generales de Bizkaia «para que la ciudadanía conozca si se han dedicado al tratamiento de las basuras, o a crear tinglados financieros y, en este último caso, conocer quién o quiénes manejan dichos tinglados».

«La oscuridad no sólo está en la gestión, sino en el sistema mismo que se gestiona, y si el país tuviera buenos gestores vería que es preciso evaluar la rentabilidad económica de la incineración de basuras y compararla con otras alternativas menos costosas, como el compostaje unido a la recogida selectiva», valoran desde Ekologistak Martxan en su reflexión critica de lo sucedido.