Trabajadores del Grupo Ureche se concentraron ayer en el Boulevard donostiarra en contra del cierre de las empresas de este grupo, que implicará la desaparición en Gipuzkoa de las firmas Colmure y Mármoles Ureche y el despido de 67 trabajadores, y responsabilizaron a la dirección de esta situación de quiebra.

Explicaron que el grupo está inmerso desde el pasado 21 de octubre en un proceso concursal y que ha presentado un ERE de extinción de plantilla que afecta a unos 120 empleados. La dirección les comunicó en setiembre que la deuda entre las tres empresas ascendía a 18 millones de euros lo que, según indicaron, no concuerda con las cantidades de dinero que se han ganado en los últimos años.

Acusaron a los responsables de la empresa de dar «un pelotazo».