El joven urnietarra Jon Lizarribar recobró ayer su libertad después de permanecer más de cuatro años preso en cárceles francesas y mantener una huelga de hambre durante 23 días como método de lucha contra su expulsión.

Fue ayer cuando el ex preso político vasco dejo atrás la prisión de Toulon, tras cumplir de manera íntegra la condena impuesta por el Tribunal especial de París. Lizarribar fue conducido por la Policía francesa hasta el paso de La Jonquera, en Catalunya, donde lo expulsaron dejándolo en manos de agentes de la Policía española, quienes le informaron de que no tenía «ninguna causa pendiente» con los tribunales españoles, por lo que quedó en libertad.

Alrededor de las 13.30, el joven pudo reunirse con los familiares y amigos, que esperaban ansiosos su llegada en La Jonquera.

Allí comenzaron los primeros abrazos y mensajes de bienvenida. Un primer recibimiento que se repitió por la noche, cuando Lizarribar recibió el cariño de los vecinos que le aguardaban.

Se hizo esperar

Pese a que el movimiento pro amnistía había convocado el primer ongietorri para las 20.00 en la plaza de Urnieta, el joven ex preso político tuvo que esperar unas horas más para llegar a su pueblo.

Allegados de Jon Lizarribar indicaron a GARA que pese a llevar 23 días sin ingerir alimento alguno el joven se encontraba «tranquilo y fuerte». Asimismo, precisaron que el trato mantenido por la Policía española tras la entrega «fue correcto».