El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, negó las acusaciones de corrupción formuladas en un libro que apareció ayer, afirmando que siempre ha actuado «con toda transparencia y legalidad» y denunciando que se trata de «un ataque grotesco y nauseabundo».

«En ningún momento, ni en Gabón ni en ningún otro lugar, me he servido de mis funciones ministeriales para fines privados», declaró Kouchner, quien calificó el libro «Le Monde selon K (El Mundo según K)» del periodista Pierre Péan de «amalgama de insinuaciones que atentan contra mi honor».

El libro critica duramente actuaciones políticas de Kouchner, en particular sobre Ruanda, y le acusa de mezclar actividades públicas y privadas.

La principal de estas acusaciones se refiere a actividades lucrativas de consultor en el sector sanitario en África, entre 2002 y 2007, tras la derrota electoral del PS al que pertenecía y antes de su integración en el Gobierno derechista de François Fillon. Kouchner fue cofundador de la ONG Médicos Sin Fronteras y está considerado como un referente de la ayuda humanitaria.

Conflicto de intereses

Péan acusa a Kouchner de realizar actividades para dos empresas privadas, Africa Steps e Iméda, gestionadas por allegados, mientras también dirigía una empresa pública, Esther, dedicada a la cooperación internacional hospitalaria.

El autor del libro afirma que estas empresas vendieron por cerca de 4,6 millones de euros contratos de asesoramiento sobre la reforma de los sistemas sanitarios al Gabón del presidente Omar Bongo Odimba y al Congo de Denis Sassou Nguesso.

Péan asegura que una parte de estas sumas fue cobrada después de que Kouchner asumiera el cargo de ministro de Exteriores en el Ejecutivo de Fillon, el 18 de mayo de 2007.