Altos funcionarios de las principales potencias mundiales instaron ayer a Irán a que coopere con Naciones Unidas sobre su programa nuclear y reiteraron que existe un compromiso conjunto para encontrar una solución diplomática a este conflicto. Señalaron también que daban la bienvenida al ofrecimiento del nuevo Gobierno de EEUU de dialogar directamente con Teherán sobre esta cuestión.

El lanzamiento la víspera del primer cohete espacial iraní centró ayer la reunión de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas -EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña y Estado francés- más Alemania en Wiesba- den en la que se trató sobre el programa nuclear iraní. El éxito del lanzamiento del satélite con un cohete de fabricación propia preocupa a las grandes potencias, ya que consideran que abre la posibilidad de que Irán fabrique misiles de largo alcance.

En una breve declaración conjunta difundida al término del encuentro, indicaron que el conflicto por la presunta intención de Irán de fabricar sus propias armas nucleares se debe resolver por vía pacífica, a la vez que exigieron a Teherán que respete sus compromisos con la Agencia Internacional de Energía Atómica.

«Insistimos en la importancia de un compromiso común con una solución diplomática basada en una estrategia dual», manifestó un diplomático alemán, que se refería al acercamiento mediante una doble estrategia, utilizando la diplomacia y con la amenaza de sanciones para persuadir a Teherán de que ponga fin a su programa nuclear.

Un alto funcionario, que declinó ser identificado, dijo que en la reunión de ayer no se habló sobre nuevas sanciones. El Consejo de Seguridad ha impuesto tres rondas de sanciones contra Irán por negarse a suspender su programa de enriquecimiento de uranio. Las potencias occidentales sospechan que su objetivo es fabricar una bomba atómica, pero Teherán mantiene que sus fines son energéticos y pacíficos.

Sin cambios

Pero mientras las principales potencias mundiales se reunían en Wiesbaden, un representante del líder supremo iraní, ayatollah Ali Jamenei, descartó la posibilidad de que la tensa situación entre Teherán y Washing- ton cambie con el nuevo presidente de EEUU, Barack Obama.

«La oposición al régimen sionista y la defensa de los pueblos oprimidos están entre los pilares de la Revolución Islámica, y las relaciones entre Irán y EEUU no van a cambiar por la llegada de Obama», señaló el responsable de la Guardia Revolucionaria en la provincia de Zanjan, el clérigo Hojjatoleslam Ali Mabudi, según la agencia Fars News.