La 51 edición de los premios Grammy, en la que el rapero Lil Wayne y los británicos Coldplay parten como favoritos, convertirá hoy la ciudad de Los Ángeles en la capital universal de la música.

Todo está listo en el pabellón Staples Center, cuyo aforo ronda los 20.000 espectadores, para coronar los mejores trabajos musicales del año 2008 y albergar a las grandes estrellas de esa industria.

Wayne, aspirante a ocho premios -cinco de ellos en las categorías de rap- parte como máximo favorito, aunque tendrá como grandes rivales a Coldplay, Jay-Z, Ne-Yo y Kanye West. También deberá lidiar con la pareja formada por Robert Plant y Alison Krauss en el disco «Raising Sand», que apuesta por cinco premios, al igual que Radiohead, John Mayer y Jazmine Sullivan.

La gran incógnita será quién se llevará el gramófono dorado al mejor álbum del año, una categoría en la que compiten Wayne («The Carter III»), Coldplay («Viva la Vida or Death and All His Friends»), Radiohead («In Rainbows»), Ne-Yo («Year of the Gentleman») y el tándem Plant/Krauss («Raising Sand»). Durante el evento, actuarán sobre el escenario U2, Radiohead, Coldplay, Stevie Wonder o B.B. King.