Antonio ALVAREZ SOLIS Periodista
Entre la ONU y la nada
Yo me pregunto, ¿qué puede esperarse de un Gobierno en que ha pasado esto en menos de dos días? Se trata de la falta de financiación a consumidores y empresas pese a las ingentes cantidades que se han inyectado a la Banca:
Ministro de Industria: «Al Gobierno se le está acabando la paciencia».
Ministro de Economía: «Yo estoy muy tranquilo. No pierdo la paciencia prácticamente nunca».
Sr. Pepiño Blanco: «El Gobierno tiene una paciencia ilimitada con los Bancos».
Sr. Presidente del Consejo: silencio sepulcral.
Cuestión vasca. El relator de la ONU para derechos humanos denuncia que el Estado español ilegaliza candidaturas electorales sin garantías procesales. Dice el Sr. Schenin: «Las medidas antiterroristas no deben utilizarse para limitar los derechos de las ONGs, los medios de comunicación o los partidos políticos». Y añade el relator, tras mostrar su preocupación tanto por la amplitud como por las formulaciones en que se ampara Madrid al utilizar la Ley de Partidos: «Podrían interpretarse en el sentido de incluír a todo partido político que, por medios políticos pacíficos, trate de alcanzar objetivos políticos similares a los que persiguen los grupos terroristas».
Y ante esta situación ¿qué dice el Gobierno de Madrid? Pues no dice absolutamente nada. Está preocupado por la banca, a la que va a dedicar una paciencia infinita pese a la declaración moralmente terrorista, hecha por el presidente de la Asociación Española de Banca, de que la culpa del desastre no la tiene la economía financiera sino la economía real, que se lanzó enloquecida a solicitar préstamos para adquirir viviendas o mantener su negocio en crisis. Euskadi no preocupa. Es cosa de jueces. Madrid tampoco pierde la paciencia.