Nuevo cambio de rumbo en la dirección deportiva albiazul
Javi López llega como una apuesta personal del presidente
El catalán, que firmó por lo que queda de temporada con opción a otra, dijo que «los jugadores no están cumpliendo las expectativas».
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
El Deportivo Alavés sigue siendo incapaz de recuperar la identidad perdida y consumó el tercer cambio de entrenador en menos de dos temporadas. Además, el papel de Javi Pérez, segundo director deportivo en el mandato de Fernando Ortiz de Zarate, está en el alero tras la contratación de Javi López, un entrenador que llega como «una apuesta personal» del presidente, como él mismo declaró en la agitada mañana de ayer.
El Glorioso sigue dando bandazos en su desesperado intento por recuperar el norte y, después de que la apuesta de Javi Pérez por Manix Mandiola no ejerciera de revulsivo tras el paso por la entidad de un Salmerón que tampoco convencía a nadie, Ortiz de Zarate, aparentemente motu proprio, ha dado el mando a un Javi López al que «le tenía ganas» desde la temporada pasada, cuando buscaban sustituto de Josu Uribe.
Lo peor de esta máquina `devora personas' en la que se ha convertido el Alavés -tanto entrenadores como jugadores-, es que los pasos que se están dando no siguen una ruta establecida, dando la impresión de que éstos se producen principalmente por intereses particulares. De hecho, durante la presentación, Javi Pérez llegó a reconocer que, tras haber fracasado la alternativa Mandiola, «se ha buscado algo distinto, que se parece bastante más al perfil que tenía Salmerón».
«Juego de toque y posesión»
El propio Javi López, que quiso ser franco al reconocer contactos con la entidad albiazul desde la pasada semana, confirmó en parte esa idea a la hora de dar a conocer su ideario futbolístico. «Mi intención es convertir al Alavés en un equipo que lleve el mando del partido, sea el dueño del balón y no especule con el resultado», declaró.
En una de las pocas cosas en las que parece haber unanimidad es en reconocer la responsabilidad de los jugadores en la situación actual, ya que tanto el nuevo entrenador albiazul, que dijo conocer a todos los integrantes de la plantilla albiazul excepto a Pery Martínez, como Javi Pérez coincidieron en señalar a que «casi todos los jugadores de la plantilla están rindiendo muy por debajo del nivel que se espera de ellos».
Javi López, de 44 años, llega al Alavés después de haber pasado por Onda, Ciudad de Murcia, Novelda y Castellón. En la temporada 2004-05 logró el ascenso a Segunda División con el Salamanca, y en la campaña 2007-08 dirigió al Nastic de Tarragona, aunque los malos resultados motivaron su destitución. Nunca había cogido a un equipo a mitad de campaña.
En cuanto a la situación en la que queda Javi Pérez, el de Soraluze aceptó su responsabilidad y reconoció estar pasándolo mal, pero dijo que desde el Consejo le trasmitieron confianza.
Javi López realizó ayer por la tarde su primer entrenamiento, en el que mantuvo una charla de media hora con los jugadores. Astudillo, Cabrera y Raúl Sánchez se reincorporaron al grupo tras sus problemas físicos.
Tras unos problemas surgidos por la falta de una máquina necesaria para su intervención, Gaizka Garitano fue operado a última hora de ayer en un hospital de Córdoba de la rotura de pómulo sufrida en el partido del domingo. Se espera que en dos días reciba el alta.
La ecografía practicada ayer a Pablo Casar descartó que el cántabro sufra una rotura de fibras y, según el parte médico ofrecido, sufre una inflamación del tendón proximal del abductor medio del muslo izquierdo. Por tanto, permanecerá los próximos 4-5 días bajo cuidados médicos.
Sin perder la ironía de la que ha hecho gala, Manix Mandiola se despidió ayer del Alavés sin reproches pero evidenciando una gran falta de apoyo desde el Consejo de Administración. «Ha sido la crónica de una muerte anunciada, nacimos mal y, por lo menos, lo bueno que tiene es que ha sido corto. Creo que no salimos ni en una foto y no nos recordarán ni para lo bueno ni para lo malo», señaló. En una experiencia similar a la vivida por Salmerón, con su sombra merodeando desde el comienzo de temporada, Mandiola entiende que «haber conseguido una victoria en Córdoba sólo hubiera sido alargar un poco la agonía».
Entre lo manifestado por el eibartarra, extraña sobremanera el nulo trato que dice haber mantenido con el presidente Fernando Ortiz de Zarate, «del que no tengo ni su número de teléfono». Eso sí, no tuvo reproches hacia él y de su destitución dijo que «injusto me hubiera parecido si en seis partidos, en vez de sacar cuatro puntos hubiésemos sacado quince. Entendemos que haya que echar a los entrenadores y, gracias a ello, cada club nos mantiene a dos ó tres».
