El Consejo de la Real denunció ayer, con un comunicado en su página web, las actuaciones arbitrales que le han privado de una decena de puntos y que le impiden estar en una situación mucho mejor en la clasificación. Así, manifestó su «preocupación por lo que entendemos es una reiterada sucesión de errores arbitrales que está perjudicando a nuestro club, al tiempo que comprendemos y compartimos la indignación que todos nuestros aficionados sienten a este respecto».

Añade que la Real siempre ha apoyado a los colegiados, pero que esta temporada «es muy difícil no poner en cuestión el trato que nuestro club está recibiendo por parte del estamento arbitral. No se trata de una protesta por una u otra decisión. Se trata de que la Real sea respetada en el terreno de juego y sea tratada con la neutralidad que la competición exige y de igual manera que el resto de los clubes contra los que compite. En este empeño, el Consejo va a defender los intereses de nuestro club con total determinación en cuantas instancias sean necesarias y va a llevar adelante las gestiones que considere pertinentes para lograr el respeto que nuestro club merece».

Para acabar, el Consejo quiso «expresar su firme convicción de que gracias a la unión entre el equipo y la afición vamos a ser capaces de superar todas las adversidades y celebrar el Centenario de la Real Sociedad con el ascenso a Primera División».

Visita a Sánchez Arminio

El comunicado es una respuesta a la gravedad de los arbitrajes y a la exigencia de la afición de hacer algo ante tanta injusticia. Ya el sábado, el presidente Jokin Aperribay y el director deportivo Loren se acercaron a la caseta de Bernabé García. Al primero, el delegado arbitral, -el ex árbitro navarro Andradas Asurmendi- le impidió el acceso y desde la puerta levantó la voz para intentar que el colegiado escuchara su indignación. Además, tiene previsto reunirse esta semana con su presidente Sánchez Arminio para trasmitir sus quejas y entregarle un vídeo.

Bernabé García no recogió en el acta esta incidencia, sí la expulsión del masajista Josu Busto «por protestar de forma ostensible con los brazos en alto y a voz en grito, una decisión mía». Simplemente le dijo si no había tarjetas para los dos. Además señaló que al finalizar el encuentro Loren «se dirigió a voz en grito hacia nosotros en los siguientes términos: `Ha sido un arbitraje vergonzoso, vaya robo, no puedes pitar de esta forma, qué vergüenza'. Estas frases las estuvo repitiendo de forma reiterada durante varios minutos teniendo que ser sujetado en dos ocasiones por el delegado de campo para no llegar hasta nosotros y siendo retirado por la fuerza pública para que cesara en su actitud».

Testigos presenciales aseguran que el árbitro, en su actitud prepotente y provocadora del final del partido, abrió la puerta del vestuario que empezaba a cerrar cuando Loren le recordó que jugaba con el sentimiento de un pueblo y le dio pie al director deportivo a decirle que fue una vergüenza su arbitraje. Pero ni el delegado de campo llegó a agarrarle ni los dos ertzainas a los que el árbitro pidió que retiraran al director deportivo hicieron nada más que seguir a Loren cuando éste acabó de recriminarle su actuación.

A expensas de Competición

Habrá que ver qué dice hoy el Comité de Competición ante un acta en el que Bernabé García evita reproducir lo que le dicen los realistas amonestados y se limita a adjudicales a Aranburu, Ansotegi, Zubikarai y Moha. en dos ocasiones, la coletilla «protestar, de forma ostensible, una decisión mía». Algo que impide que Competición le desautorice como hizo con González González, cuando entendió que la expresión que adjudicó en el acta a Carlos Martínez no era merecedora de la tarjeta roja.

Si el sábado se conocía que el linier reconoció a los realistas que no había sido penalti el sancionado a Bravo sobre Braulio, ayer trascendió que un murciano envió a un integrante del club realista un sms durante el partido en el que le advertía que tuvieran cuidado con el árbitro porque lo conocían de Murcia y era simpatizante del Zaragoza.