El sindicato Bil ta Garbi gestiona los residuos de 41 localidades y 262.000 habitantes, de los cuales cerca del 43%, es decir 112.000, viven en las tres ciudades que componen la mancomunidad del BAB. La recolecta selectiva de envases, vidrio y papeles y cartones se ha desarrollado en los últimos años en la mancomunidad. Si en el 2004 era de 57, 7 kilogramos por habitante al año, en el 2008 esa cifra aumentó a 67,5 kilos. Cantidad inferior a la media del territorio cubierto por el sindicato, que ya en el 2007 era de 71 kilogramos por habitante al año.

Para aumentar estas cifras las dos intituciones públicas han puesto en marcha varios proyectos. El principal está centrado en la comunicación cercana al ciudadano a través de los nuevos embajadores de la selección de residuos. En total son 15 las personas que se dedican a instruir y concienciar a la población. Seis de ellos son los nuevos embajadores que trabajarán principalmente en la zona del BAB.

Los objetivos de los embajadores son claros, por un lado deben de hacer progresar la cantidad de desechos reciclables en un 4% al año, para que aumente en un 12% para el 2011. Se pretende pasar de las 7.000 toneladas recogidas en 2008 a 7.900 en ese año..

Asociación contra el basurero

El otro objetivo se centra en la calidad de la selección, en reducir los errores, que hoy en día alcanzan el 38%. De cara a 2011 se quiere reducir esa cifra al 25%. Para concienciar a la ciudadanía, Bil ta Garbi recuerda que este tipo de errores cuesta cuatro veces más caros a la institución que desecharlos a la basura directamente.

La asociación de los vecinos del norte de Baiona, que está en contra del centro de tratamiento de desechos previsto por el sindicato Bil ta Garbi, se reunió el pasado viernes en una asamblea pública. En la reunión, los asistentes firmaron una petición en la que «exigían» al Ayuntamiento de Baiona que rechace el proyecto del basurero.

El próximo 25 de este mes el colectivo ha organizado otra reunión pública en la sala Paul Bru a las seis y media de la tarde. «Además de rechazar totalmente el centro para el tratamiento de los residuos queremos que en el barrio se haga un verdadero debate público», informaron desde la asociación.