La explosión de una furgoneta-bomba en Madrid dio pie ayer a cada escriba para hacer de su capa un sayo y sostener sus particulares teorías.

Así el editorialista de «El Diario Vasco» y «El Correo Español» aseguraba que el atentado iba dirigido contra quien simpatice con ETA. El argumento es retorcido, pero lo expresaba como sigue: «ETA necesita hacerse presente con regularidad para mantener a sus huestes sumisas a su dictado». Suena raro, ¿verdad?

El escribiente de «Deia» y el de «Grupo Noticias» presionaban a los grupos sociales anti-TAV y, con autoridad moral de origen ignoto, denunciaban que «todavía no se ha producido un rechazo claro y contundente por parte de todos los contrarios al proyecto». Ya saben quién da el label de calidad ecologista... los que en su día defendían Lemoiz con uñas y dientes.

El asalariado de Pedro J. Ramírez arrimaba el ascua a su sardina en «El Mundo» y aseguraba que la bomba de Madrid certifica que «tanto Askatasuna como D3M son dos eslabones más de los que ETA/Batasuna viene utilizando en su estrategia». No me pregunten cómo llega a esa conclusión. Lo dice porque sí. Y punto pelota.

También «El País» fabulaba al respecto y se preguntaba: «¿cómo sería posible que participasen en las elecciones unos partidos que consideran legítimo que una banda armada participe en el debate político mediante la colocación de coches bomba?». Habría que preguntarle al editorialista de Prisa dónde ha visto, leído u oído que D3M o Askatasuna se hayan manifestado en favor de esa legitimidad. No contestará, ya lo verán.

A falta de pruebas, el de «Abc» apelaba a las «evidencias»: «Es evidente que ETA consideraba como suyas las estrategias de Askatasuna y D3M y ha respondido con un atentado la decisión del Supremo». ¿De dónde saca el argumento? Pues de la chistera, claro.

El que lo tenía más que claro era el de «La Razón». En su opinión, la ilegalización de las dos formaciones políticas «es un avance democrático vital y el coche-bomba de ayer sólo es fruto de su impotencia». ¿A dónde vamos con esta gente?