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Medidas electorales contra la crisis

A tres semanas vista de las elecciones autonómicas en la CAV, el Gobierno de Lakua aprobó ayer un paquete de ayudas económicas que dicen perseguir, por una parte, que las grandes compañías no presenten expedientes de regulación de empleo y, por otra, que las pequeñas y medianas empresas afectadas por esos expedientes desarrollen planes de formación para los trabajadores. Una iniciativa cuya efectividad e idoneidad plantea, cuando menos, serios interrogantes.

Por un lado, la lógica más abrumadora indica que aquellas grandes empresas que no han presentado aún expedientes de regulación de empleo es porque gozan de la salud suficiente como para acudir al mercado para obtener financiación. Ofrecerles créditos millonarios con dinero de todos, en unas condiciones que al propio Olentzero le costaría mejorar, supone incidir en la misma política que ha supuesto inyectar ríos de dinero público a las entidades financieras para que luego éstas se nieguen a conceder créditos o a colaborar con las instituciones cuando de ayudar al ciudadano se trata. Algo de esto le pasó a Javier Madrazo cuando, con su flamante plan de rescate de hipotecas para parados bajo el brazo, acudió a pedir colaboración a las cajas para que perdonasen a las familias con problemas el 20% de las hipotecas y se encontró con una sonora carcajada por respuesta.

Por otro lado, promover ayudas a la formación para aquellas empresas con expedientes de regulación de empleo podría tener un efecto inmediato y positivo para los trabajadores en forma de ayudas a la formación, pero a la vez aviva un fuego muy peligroso: el que fomenta, de una forma u otra, la misma presentación de EREs y la consiguiente degradación del empleo. Porque, como ha quedado claro en los últimos meses, hay muchas empresas que han visto en la crisis la gran oportunidad para realizar «limpieza» en su plantillas. Si, además, perciben dinero fresco por ello en forma de éstas u otras ayudas, las colas de empresarios sin escrúplos esperando presentar su ERE podrían perderse pronto en el horizonte.

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