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Irán reitera a Obama su exigencia de un diálogo «de igual a igual»

Horas después de que el nuevo presidente de EEUU, Barack Obama, reiterara su disposición a iniciar un deshielo, Irán recordó que sólo puede haber diálogo «de igual a igual». Coincidiendo con el final de las conmemoraciones por el XXX aniversario de la Revolución Islámica, Teherán puso sobre la mesa sus condiciones: respeto a su programa nuclear, desbloqueo de los fondos en el extranjero y final de las sanciones.
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La República Islámica de Irán reiteró su disposición al diálogo, pero «de igual a igual» con la nueva Administración estadounidense y estableció tres condiciones previas.

En un comunicado leído ante las decenas de miles de personas congregadas en la plaza de Azadi de Teherán para celebrar el trigésimo aniversario de la revolución, Teherán exigió que se respete su derecho a desarrollar la energía nuclear, se desbloqueen los fondos iraníes congelados en el extranjero y se levanten las sanciones.

«La Administración estadounidense ha anunciado que quiere cambiar y optar por el camino del diálogo. Ese cambio debe ser fundamental y no sólo táctico», precisó después el presidente iraní, Mahmud Ahmedinejad en un discurso en el que enumeró los logros conseguidos por la revolución islamista.

«El pueblo iraní recibe con beneplácito estos cambios y está preparado para el diálogo, pero en un ambiente justo, lógico y de respeto mutuo», agregó.

En su primera rueda de prensa oficial, Barack Obama reiteraba horas antes su disposición a abrir un nuevo capítulo en las relaciones con la antigua Persia.

Mensaje de Obama

En respuesta a una pregunta sobre Irán, Obama anunció que «en los próximos meses buscaremos aperturas para sentarnos en una mesa cara a cara».

«Creo que es posible que Irán y EEUU mantengan una relación de respeto mutuo», añadió el inquilino de la Casa Blanca. No obstante, reiteró las clásicas imputaciones de Washington a Teherán, entre ellas la acusación de financiar a organizaciones armadas como Hizbulah, la determinación en defensa de su programa nuclear o «el lenguaje belicoso contra Israel». «Es hora de que Irán envíe señales claras de que quiere actuar de manera diferente», reiteró Obama.

Por contra, Ahmedinejad insistió en que debe ser la Casa Blanca la que mueva la primera ficha, retirando las tropas de Irak y pidiendo disculpas al pueblo iraní «por los crímenes cometidos» en el pasado.

«Estados Unidos se ha percatado de que no sirve la fuerza y por eso ha optado por cambiar. Durante muchos años han intentado oponerse a Irán y no lo ha conseguido. El pueblo iraní ha logrado imponerles su voluntad», subrayó el mandatario. quien, no obstante, lanzó una clara advertencia al nuevo Gobierno de Washington. «El mundo no desea la repetición de la etapa negra de (el ex presidente George W.) Bush (...) Si algunos buscan repetir la experiencia con nuevos métodos, deben saber que su destino será aún peor que el de Bush», insistió.

Al enumerar los logros científicos y tecnológicos de Irán, sobre todo en el dominio nuclear y en el reciente lanzamiento de un satélite al espacio, Ahmedinejad afirmó que Irán sería ya «una gran potencia».

«Voy a revelar algo. Hoy día Irán ya no está bajo la sombra de la amenaza. La amenaza se ha acabado. En muchas ocasiones han hecho planes y se han desplegado para atacar. Dijeron, primero Afganistán, luego Irak y después Irán, pero no pudieron», agregó.

En este sentido, el presidente iraní incidió en que ni siquiera las sanciones «más duras de la historia» han conseguido doblegar en las últimas tres décadas el espíritu y la determinación de la República Islámica.

«Os digo hoy con orgullo, la nación iraní es una verdadera y genuina superpotencia que ha alcanzado las cimas de la tecnología a pesar de que otros países trataron de impedirlo», proclamó Ahmadinejad entre gritos de Alah Akbar (Dios es el más grande). No lejos del escenario del mitin del presidente iraní, ser erguía una réplica del cohete que la semana pasada puso en órbita el primer satélite iraní.

Decenas de miles de iraníes convergieron ayer desde ocho puntos distintos de Teherán a la Plaza Azadi (Libertad) para asistir al discurso. Las manifestaciones paralelas iban encabezadas con los lemas «Muerte a América» y «Muerte a Israel».

El desfile se completaba con columnas de jóvenes que llevaban sobre la frente bandas verdes con la leyenda «Jamenei, soy tu discípulo», en referencia al actual guía supremo de la Revolución Islámica, el ayatolah Ali Jamenei.

Muchos manifestantes portaban pancartas con el lema «30 años de libertad, 30 años de orgullo». «Tres décadas después, los jóvenes tienen muchas más posibilidades que antes. El país ha hecho muchos progresos y seguimos los ideales del imán Jomeini», señalaba orgulloso Hossein Gudarzi, un jubilado de 65 años de edad que participaba en las conmemoraciones.

Conmemoraciones que congregaron a millones de iraníes a lo largo y ancho del país y que fueron retransmitidas en directo por la televisión estatal.

Tras las huellas de Jomeini

Irán inició los fastos de la revolución el pasado 12 de Bahman -que este año coincidió con el 31 de enero-, fecha en la que Jomeini volvió a pisar Irán tras quince años en el exilio, primero en Irak y después en el Estado francés.

Durante los diez días siguientes, la revuelta que había comenzado como un alzamiento de todos los grupos opositores al Sha dio un giro que marcaría su destino definitivo.

Un día después de su regreso, Jomeini mostró su total rechazo al ejecutivo provisional del primer ministro opositor Shapur Bajtiar y exigió lealtad para su «Gobierno de Dios» y su propio primer ministro interino, Mehdi Barzagan.

Las multitudinarias manifestaciones contra el Sha fueron duramente reprimidas hasta que el 20 de Bahman -9 de febrero de 1979- estalló una cruda batalla entre las diversas facciones del Ejército y la Policía.

Dos días después, el 22 de Bahman, el Consejo Supremo Militar se declaró neutral para evitar el derramamiento de sangre y los revolucionarios se hicieron con el poder: la Revolución Islámica había triunfado.

Las conmemoraciones de este año llegan marcadas por el cambio de tono de la mano de la nueva Administración Obama, que llega en vísperas de las presidenciales iraníes, previstas para el 12 de junio.

A escasos cuatro meses, sólo se conoce el nombre de dos candidatos, ambos reformistas: el ex presidente Mohamed Jatamí y el presidente del Parlamento, Mehdi Karrubi. Todo apunta a que el actual mandatario buscara la reelección, pero Ahmadinejad todavía no lo ha confirmado personalmente.

El difícil deshielo entre EEUU y Rusia

Pese a que el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, ha expresado recientemente la voluntad de Washington de reactivar las relaciones con Moscú, los analistas pronostican que ello no será fácil ni, en todo caso, rápido.

«Aunque todo apunta a que vamos hacia una mejora de las relaciones, seguirá habiendo puntos de desacuerdo importantes», augura James Goldgeier, del Council on Foreign Relations (CFR), influyente think tank de política internacional. Cita en concreto la ampliación de la OTAN a Ucrania y Georgia, percibida por Moscú como una amenaza a sus intereses vitales.

Alexandros Petersen, director asociado del Atlantic Council Black Sea Center, destaca, por contra, que EEUU y Rusia se necesitan mutuamente. Así, Moscú se beneficia de la lucha de EEUU contra el islamismo en Afganistán mientras Washington precisa de la cooperación rusa para garantizar suministros a sus tropas.

Anatol Lieven, del King´s College de Londres, llega a dudar de que la Administración Obama pueda mantener los planes de ampliación de la Alianza Atlántica, tanto por el coste financiero derivado de sostener a una Ucrania aislada como por el riesgo de un conflicto armado con Rusia. Lieven va más allá y pone en solfa la suerte del proyecto del escudo antimisiles de EEUU. En este sentido, señala que el cambio de la política extranjera de EEUU podría venir condicionado menos «por un cambio filosófico que por el hecho de que EEUU es menos potencia que antes». GARA

Rusia

En su primera rueda de prensa oficial, Obama se mostró optimista respecto a una mayor colaboración con Rusia y aseguró que ha hablado con el presidente ruso, Dimitri Medvedev, «acerca de la importancia de que restablezcamos las conversaciones sobre la reducción de nuestros arsenales nucleares».

Afganistán

El presidente Obama insistió en que no dejará a la red Al Qaeda y a su líder, Osama Bin Laden, «actuar impunemente» en Afganistán y «atacar a EEUU». «No podemos dejarles refugios en esa región. Para ello, debemos trabajar de manera inteligente y coherente».

censura de bush

Obama dio a entender que podría autorizar a la prensa cubrir la llegada a suelo estadounidense de los cuerpos de los soldados muertos en acciones en el extranjero. Su antecesor, George W. Bush, prohibió a la prensa acceder a la base aérea de Dover (este), destino de los aviones que repatrían los cadáveres de soldados.

comisión de la verdad

Obama reaccionó con tibieza a la propuesta de un senador de crear una comisión de la verdad, al estilo de Sudáfrica, sobre los abusos bajo la Administración Bush. Reiteró que su idea es «pasar página» aunque añadió que «nadie está fuera de la ley» en relación a casos graves.

La nueva Administración se lo piensa dos veces en Afganistán

El presidente Obama ordenó ayer reexaminar la estrategia de EEUU respecto a Pakistán y Afganistán antes de la cumbre de la OTAN en abril.

Obama ha confiado esa misión a un antiguo responsable de la CIA, Bruce Riedel, actualmente miembro del grupo de reflexión Brookings Institution, precisó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs. El emisario especial para Afganistán, Richard Holbrooke, copresidirá el comité junto a la subsecretaria de Defensa Michele Flournoy.

La petición presidencial confirma el retraso -filtrado por fuentes del Pentágono- en la toma de decisiones sobre la estrategia a seguir en el escenario afgano.

El Pentágono no había presentado aún una recomendación final a la Casa Blanca, pero, según explicó recientemente el secretario de Defensa, Robert Gates, el presidente quiere ver otras opciones y tener un análisis completo de los riesgos que conllevan cada una. En una rueda de prensa celebrada ayer, reveló que Obama hará pública su decisión sobre el envío de tropas «en los próximos días».

El general estadounidense David McKiernan, jefe de las tropas de la OTAN en Afganistán, ha pedido al menos 20.000 soldados más. Gates ya anunció en su primera comparecencia que EEUU duplicará el número de militares en Afganistán y enviará dos brigadas al final de la primavera y otra adicional en verano.

Pero la Casa Blanca no autorizará el envío de las brigadas hasta que revise su estrategia en Afganistán. Tras completar la revisión de la estrategia por parte de los militares, esperará el regreso del enviado especial Richard Holbrooke de visita estos días en la conflictiva región. GARA

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