El Ejecutivo de Nafarroa activó ayer el nivel de preemergencia por inundaciones, como consecuencia de las crecidas que experimentaron los cauces de varios ríos de la zona norte, así como el Arga y el Ultzama.

En la cuenca del Bidasoa se registraron varias incidencias a lo largo del día, aunque la más importante se produjo a última hora de la tarde en la carretera N-121-A, ya que se tuvo que cortar a la altura de Igantzi debido a un desbordamiento del río Bidasoa.

En la travesía de Bera, el río se desbordó y se desprendió parte de una ladera a la altura de Lizuniaga. Además, sobre las 17.00 se produjeron pequeños desbordamientos en el río Ezkurra.

También en Lesaka, bomberos voluntarios tuvieron que achicar agua en la rotonda de acceso por el desbordamiento del río Onin, ya que el nivel de éste subió 38 centímetros y el agua estaba entrando en algunas calles. Por otra parte, el Arga alcanzó en Huarte una altura de 2,17 metros a las 18.00 obligando a cortar la carretera de acceso a Landaben.

En Lapurdi, los problemas se fueron generalizando a lo largo de la tarde y los cauces de Errobi y Aturri se desbordaron en varios puntos, aunque también localidades como Urruña vieron inundadas tierras de cultivo y pabellones.

También el viento provocó ayer problemas, ya que el temporal que afectó a Gipuzkoa obligó a desviar tres vuelos que tenían que aterrizar en el aeropuerto de Hondarribia.

La Ertzaintza informó además de la caída de varios árboles en la red viaria guipuzcoana, uno de ellos en la A-8 poco antes del túnel de Polloe. En el puerto de Pasaia se suspendió el servicio de practicaje, por lo que un barco tuvo que quedar fondeado en el exterior.