A estas alturas, la capacidad de Juanma Lillo para analizar, desbrozar y exponer la situación que atraviesa tanto su equipo como el rival de turno no nos pilla de sorpresa. La Real se enfrenta mañana al Murcia (18.30), equipo cuya trayectoria poco tiene que ver con la del equipo donostiarra, pero Lillo hizo hincapié en un par de datos que tienen su interés.

Por un lado, el técnico tolosarra quiso subrayar el hecho de que, a raíz del cambio de entrenador, el Murcia fuera capaz de ganar cinco partidos consecutivos, algo que «no ha hecho nadie más». El éxito se fundamenta, según Lillo, en el gran plantel del equipo pimentonero: «Los vas agarrando uno a uno y tienen una trayectoria... No ya en Segunda, sino en Primera. Le puedes dar la pelota a cualquiera de los once jugadores, porque la saben mantener».

Parece evidente que la marcha de Iván Alonso debilita el ataque del Murcia, pero Lillo quiso ensalzar la capacidad de otros muchos jugadores. «Despotovic, Sikora, Aquino... tienen gente como para hacer gol. Incluso Capdevila y Núñez por fuera, y De Lucas por detrás, son jugadores que habitualmente se asocian con el gol».

No obstante, hay un dato que contrasta con lo dicho anteriormente y en el que tanto la Real como el Murcia coinciden sobremanera: la tendencia a los marcadores cortos. Los dos equipos tienen el dudoso honor de estar entre los que menos goles meten, si bien es verdad que son de los que menos reciben, sobre todo la Real. Un dato: el Murcia, 17º en la tabla, ha recibido 30 goles, dos menos que el Tenerife, segundo clasificado.

Y mientras el Murcia ostenta el récord de victorias consecutivas, la Real aspira a lograr su tercer triunfo seguido fuera de casa que, como recordó el propio Lillo, tampoco nadie ha conseguido. «Eso no significa que juguemos más cómodos fuera. La mejor prueba es que hasta el partido contra el Levante sólo habíamos ganado uno fuera de casa y que al final casi todos los equipos sacamos más puntos en nuestro campo».

Preguntado al respecto, el técnico txuriurdin no quiso hablar sobre el sistema defensivo de cinco hombres que utilizó contra el Zaragoza el sábado pasado, y mucho menos adelantar si repetirá ese planteamiento en el partido de mañana.

Tampoco es que quisiera explayarse demasiado sobre el manido tema de las -lamentables- actuaciones arbitrales, pero el tema acabó saliendo, más que nada porque tiene relación directa con la situación clasificatoria. «A este equipo le noto que, como enganche, es capaz de hacer algo como lo del Murcia y ganar cinco partidos seguidos. Pero golpe tras golpe... Si los dos primeros ponen tierra de por medio, nos quedamos ocho equipos para un puesto. Y uno de esos equipos es el Zaragoza».