Los resultados de la breve andadura de la Banca Ética Fiare confirman la rentabilidad de invertir con criterios de solidaridad. Surgida en Euskal Herria, se extendió en el Estado español y, en su actividad de 2006 a 2008, ha duplicado el volumen de depósitos captados, ha apoyado la financiación de más de 50 proyectos sociales y su actividad de préstamos ha crecido un 52%. Ahora afronta el reto de crear una cooperativa de crédito «que opere en el ámbito financiero con criterios alternativos al sistema bancario convencional», para lo que se ha propuesto conseguir al menos cinco millones de euros de capital social para 2011. También contempla constituir una cooperativa europea junto con bancas éticas del Estado francés e Italia. Ayer en Bilbo 275 organizaciones sociales del Estado español mostraron su apoyo al proyecto.

Claro que la rentabilidad de la inversión en la Banca Ética no se puede medir con criterios especulativos; al contrario, la banca ética considera que el sistema capitalista ha fracasado y critica abiertamente a los gobiernos que apoyan a los especuladores, que sostienen un sistema depredador fracasado. La semilla de la Banca Fiare se extiende con éxito, demostrando que, efectivamente, es rentable. Que su rentabilidad social, medioambiental, solidaria, es creíble.