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Oihana Llorente Periodista

«Su peso en oro»

Los miles de votos que obtendrá D3M el próximo 1 de marzo no se transformarán en poltronas, ni siquiera lograrán un solo escaño en el Parlamento de Gasteiz. Quizás así, las demás formaciones encuentren un ambiente más agradable durante los próximos cuatro años, haciendo lo que les plazca sin ningún testigo incómodo.

Pero la estrategia de la ilegalización no acaba ahí. Más allá de intereses partidistas, que los hay, lo que se busca es desalojar al independentismo de las instituciones y de la calle, de su espacio vital. Sin embargo, creer que la izquierda abertzale va a desaparecer de un plumazo es como pensar que el PNV traerá la solución a este país. Algo tan imposible como impensable.

Miles de rosas rojas o bolígrafos que rezan por Ibarretxe son trucados por la promesa de un voto. Nadie puede huir de su propaganda, bien palpable en la calle e imparable en los medios de comunicación. La crisis no parece tener cabida en su campaña electoral.

Entre tanto, miles de ciudadanos deben de hacer frente a una pesada losa de años de ilegalización, además de a la suspensión de actividades. Pero los antiguos antídotos del compromiso y trabajo en común siguen muy vigentes en las bases de la izquierda abertzale, haciendo que la ilusión aflore en medio de la tempestad.

Detrás de cada papeleta de D3M existe todo un recorrido compartido por miles de ciudadanos. Son centenares las personas que dedican sus horas a ensobrar con mimo cada papeleta. El relevo viene después, cuando cada voto es repartido por mujeres y hombres que intentan además, burlar la «caza de la papeletas» emprendida por las fuerzas policiales. Ante la falta de medios económicos, las arcas se llenan de solidaridad y ante las prohibiciones e ilegalizaciones brota la dignidad.

Medios y representantes políticos se han empeñado en afirmar que la izquierda abertzale se negaría a medirse, pero la vara de medir de esta pugna electoral no sólo es cuantitativa, también es cualitativa, ya que el valor humano con el que cuenta cada voto de D3M vale su peso en oro.

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