El Baskonia afronta esta noche su asalto a la sexta Copa de su historia en inmejorables condiciones, ya que ha acudido a Madrid con una gran trayectoria pese a su tropiezo del sábado, con todos sus jugadores disponibles una vez que Will McDonald haya superado su proceso febril y liderando todos los pronósticos, un factor que, pese a no gustar a Dusko Ivanovic, es algo que no debe ser malo si se sabe gestionar y a lo que ya deben estar acostumbrados.

Sin embargo, los gasteiztarras han de ser conscientes de que, para alcanzar ese sexto título, no pueden levantar el pie del acelerador en ningún momento, ya que en un torneo tan corto e intenso, que se te cale el coche supone no llegar a meta.

Por su parte, el Pamesa Valencia llega al partido con el cartel de víctima, pero con la ilusión de dar la sorpresa como ocurrió hace once años, cuando ambos equipos se enfrentaron en la Copa de 1998 en las mismas circunstancias y el equipo valenciano se apuntó el triunfo para acabar como campeón de aquella edición en Valladolid.

Al margen de esa ocasión, los dos equipos «azulejeros» se han cruzado otras dos veces en Copa, ambas con victoria baskonista, la última en la final de Madrid 2006, en la que los gasteiztarras consiguieron su quinto trofeo con Prigioni de MVP.

Problemas por fuera

Las posibilidades de victoria del equipo taronja pasarían por las trampas defensivas que pueda preparar un Neven Spahija que conoce bien al Baskonia, donde demostró saber estudiar perfectamente este tipo de partidos decisivos.

Sin embargo, entre los valencianos se echa en falta a priori un alero alto que pueda frenar a un Pete Mickeal que está volviendo a ser el jugador determinante del último play off y que acostumbra a hacer buenos choques ante el rival de esta noche.

En la presente temporada, ambos conjuntos se han enfrentado en una ocasión, ya con Neven Spahija en el banquillo taronja, y la victoria correspondió a los baskonistas en la Fuente de San Luis por un claro 73 a 91. En aquel partido, el jugador más destacado por los locales fue un Rubén Douglas que ya no está en el equipo por motivos disciplinarios, mientras que el cuarteto formado por Teletovic, Mickeal, Rakocevic y Splitter consiguió 77 de los 91 puntos del equipo. Hoy, cualquier parecido con aquel partido será pura casualidad.