Aviones del LTTE atacan el cuartel general de la Fuerza Aérea cingalesa en Colombo
GARA |
Dos aviones de combate de la guerrilla de los Tigres para la Liberación de Tamil Eelam (LTTE) atacaron anoche Colombo, la capital de Sri Lanka, y bombardeaeron dos edificios públicos, el cuartel general de la Fuerza Aérea cingalesa (SLAF) y el Departamento de Hacienda, según informes oficiales recogidos por la web TamilNet.com. Como consecuencia del ataque fallecieron dos personas, una de ellas el piloto de la aeronave derribada tras una persecución aérea. Otras 38 personas resultaron heridas, incluidos miem- bros de la SLAF, y algunas se encontraban en estado grave.
Los aviones del LTTE bombardearon dos edificio oficial en medio de la ciudad. El de Hacienda, situado frente al cuartel general de la SLAF, se incendió.
En un principio fueron dos los aviones de combate de los Tigres Tamiles los que sobrevolaron la capital cingalesa, pero uno desapareció del radar cuando los cazas de la Fuerza Aérea les persiguieron hacia el norte. Después, la aviación de Sri Lanka atacó uno de los aparatos de la guerrilla, tras lo cual se estrelló en el aeropuerto internacional de Colombo, situado a las afueras de la ciudad. Las autoridades recuperaron el cadáver del piloto.
Fuentes cercanas al LTTE en Vanni confirmaron la misión de la fuerza aerea de los Tigres, según informó TamilNet.com.
El ataque del LTTE contra la capital cingalesa coincidió con una nueva concentración que miles de tamiles realizaron ante la sede de Naciones Unidas en Ginebra para exigir a la comunidad internacional que detenga el genocidio de su pueblo, «la muerte diaria de civiles tamiles».
20.000 personas
La protesta fue convocada por el Fórum Tamil de Suiza y, según los organizadores, en ella participaron 20.000 personas -muchas de ellas pintadas o ataviadas con los colores de su etnia, el rojo y el amarillo-, mientras que la Gendarmería de Ginebra cifró la asistencia en 14.000 manifestantes.
El acto se realizó en el mismo lugar, la plaza de las Naciones, donde hace una semana un joven de 26 años y residente en Gran Bretaña se quemó a lo bonzo. «¿Cómo puedo expresar el sufrimiento del pueblo tamil? No puedo. No tengo palabras, sólo cuento con mi preciosa vida que sacrifico ante la comunidad internacional», según una nota del suicida, Murukathasan.
También ayer, horas antes del bombardeo en Colombo, el Ejército cingalés anunció haber rodeado a la guerrilla tamil en la última ciudad en su poder, Puthukkudiyirippu, tras la conquista por la mañana del pueblo de pescadores de Amplavanpokkani, en el noreste del país.