Los sindicatos ELB, LAB y Solidaires y los partidos políticos Abertzaleen Batasuna (AB), Batasuna y Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) hicieron ayer pública su solidaridad con los trabajadores antillanos en huelga en las colonias francesas de Guadalupe y Martinica, que amenaza con extenderse a Guyana y Reunión, en protesta por la carestía de la vida, los bajos salarios y el desempleo.

Los firmantes de la declaración denuncian la respuesta represiva del Gobierno francés, al que responsabilizan de haber dejado que la situación se pudra y haya derivado en varias noches de disturbios. El miércoles, durante los incidentes falleció el sindicalista Jacques Bino (CGTG).

«Más que nunca, el combate de los trabajadores de Guadalupe, Martinica, Guyana y Reunión es el nuestro y les damos todo nuestro apoyo», aseguran en la nota.

A su juicio, el movimiento LKP, impulsor de la huelga general, y la población antillana están demostrando que «sólo una movilización unitaria y decidida puede hacer retroceder al Gobierno y lograr avances sociales reales».

Por lo que respecta a la situación en Guadalupe, donde la huelga ha superado ya el mes, la tensión había disminuido un poco tras el anuncio del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de destinar 580 millones de euros suplementarios a los cuatro «departamentos de Ultramar» (como París denomina a sus colonias) de Guadalupe, Martinica, Guyana y Reunión.

Elie Domota, líder del LKP, que anunció la reanudación de las negociaciones ayer mismo, calificó de «muy imprecisas« las propuestas presentadas por Sarkozy.

La noche del jueves al viernes fue «más tranquila que las anteriores», señaló la Prefectura de Guadalupe.