Con 106 presos políticos, la represión marcó en 2008 un récord en Nafarroa
En el año 2008 la represión dejó en Nafarroa un nuevo récord, con 106 presos políticos. Así se recoge en el anuario elaborado por el movimiento pro amnistía de Nafarroa, que fue presentado ayer en Iruñea por Josu Beaumont y Josu Esparza. De las 98 personas detenidas el pasado año por motivaciones políticas, 23 denunciaron haber sufrido torturas y cuatro de ellas hubieron de ser hospitalizadas.
Iñaki VIGOR |
A lo largo de 164 páginas, ilustradas con cientos de fotografías, el libro elaborado por el movimiento pro amnistía recoge las principales actuaciones represivas acaecidas en 2008 en Nafarroa, si bien el abogado Josu Beaumont aclaró que no han sido incluidas otras vulneraciones de derechos civiles y políticos porque «es prácticamente imposible llegar a todas».
La represión se reflejó en las 98 detenciones practicadas por los diversos cuerpos policiales, de las que 63 fueron en régimen de comunicación: 35 a cargo de la Policía Municipal en Iruñea, Barañain y Burlata, 17 por parte de la Policía Foral, 5 por la Policía Nacional española y 4 por la Guardia Civil. Además, dos ciudadanos navarros fueron detenidos por la Ertzaintza.
Los otros 35 detenidos navarros estuvieron incomunicados en dependencias de la Policía española (19), Guardia Civil (9) y Gendarmería (7). Como consecuencia de estas detenciones, 23 personas denunciaron haber sufrido torturas (14 a manos de la Policía española y 9 a manos del instituto militar), y cuatro de ellas hubieron de ser hospitalizadas. A ello hay que añadir, entre otras cosas, las ilegalizaciones de organizaciones políticas, la continuación de las medidas especiales contra el colectivo de presos políticos y sus familiares, la negativa a liberar a los prisioneros enfermos y las llamadas «listas negras» elaboradas por los cuerpos policiales con nombres de decenas de jóvenes «detenibles» en cualquier momento.
Pero la represión no se limitó al ámbito político, sino que alcanzó también a ámbitos sociales, culturales, festivos, económicos, educativos y mediáticos. Así, el anuario ayer presentado recoge las cargas en Arbizu y Berriozar a cargo de la Policía Foral, «dirigida por UPN»; las cargas contras las personas que querían manifestarse el 8 de Marzo, Día de la Mujer; las actuaciones de la Policía Municipal contras las fiestas de los barrios de Iruñea, olentzeros, San Fermin Txiki o carnavales; la persecución a la ikurriña, incluso en lugares donde los ayuntamientos habían decidido colocarla para cumplir el deseo vecinal; la persecución a alumnos del instituto Iturrama por motivos ideológicos; la renovación del contrato para utilizar el polígono de tiro de las Bardenas durante otros veinte años; el espionaje policial en la sede de GARA y los procesamientos judiciales a trabajadores de este medio y de Argazki Press; el recorte de subvenciones a medios de comunicación en euskara, o la elaboración de listas de despidos en empresas siguiendo criterios ideológicos.
La lectura que hizo de esta situación Josu Beaumont -condenado a ocho años de cárcel en el proceso contra el movimiento pro amnistía en la Audiencia Nacional española- es que Nafarroa «sigue siendo un laboratorio represivo, donde la disidencia política o la actividad social y cultural es perseguida y criminalizada, en algunos casos con multas y en otros incluso con cárcel».
«El objetivo de la represión es acabar con la izquierda independentista. Pero lo peor -añadió a renglón seguido- es el miedo que expande y las actitudes que genera, como la falta de solidaridad, acusar de la represión al reprimido o incluso aceptar la represión».
El anuario presentado ayer se vende a 12 euros en los lugares habituales.
El preso político vasco Bittor Tejedor quedó ayer en libertad tras ser juzgado en la Audiencia Nacional de Madrid bajo la acusación de haber intentado atentar contra un periodista de «La Gaceta del Norte» en 1981. Tejedor huyó a México en 1993 y posteriormente se trasladó a Canadá, donde ha residido durante diez años. En este último país fue detenido y, tras un largo proceso, en junio de 2008 fue extraditado al Estado español. Desde entonces, ha estado dispersado en diversas cárceles españolas.
En la vista oral celebrada ayer, los magistrados decidieron poner en libertad a este represaliado mientras deliberan la sentencia. Según fuentes jurídicas, ello podría indicar que será absuelto o que se le impondrá una pena mínima que no supondrá su ingreso en prisión. Por su parte, la Fiscalía rebajó de 19 a 18 años la petición de prisión.
Los hechos juzgados se remontan a abril de 1981. Según la acusación policial, en compañía de otros miembros del «comando Donibane» intentó dar muerte a Gerardo Huezo en las instalaciones del periódico en Bilbo, pero huyó por una escalera. Huezo, fallecido en la actualidad, no sufrió ninguna herida.
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha prohibido el homenaje convocado hoy en Olatzagutia a Bixente Perurena, «Peru» y Angel Gurmindo, «Stein», militantes muertos por los GAL en 1984.
