Dustin Hoffman: «Un homenaje a toda tu carrera profesional es como un funeral anticipado»
El homenaje a toda una carrera profesional en el mundo del cine, como el que recibió anoche Dustin Hoffman en la entrega de los premios César, es para el artista algo así como «un funeral anticipado».
GARA | PARÍS
«Cualquiera que recibe un premio por toda su vida profesional lo experimenta: un funeral anticipado, exactamente lo que es», bromeó Hoffman, de 71 años, quien se exhibió distendido y divertido al explicar los homenajes que recibe en la capital gala. Intérprete de filmes inscritos en la historia del cine como «El Graduado» o «Papillon» y ganador de dos premios Óscar, a Hoffman ya le condecoraron el jueves en París con las insignias de la Orden de las Artes y las Letras del Estado francés, en una ceremonia que tuvo lugar en el Ministerio de Cultura. Y ayer por la noche, durante la entrega de los César, que premian cada año al cine francés, Hoffman tuvo el privilegio de asistir a su «funeral», aunque para su compañera de reparto en «Last chance Harvey», Emma Thomson, filme que presentaron ambos en París, la cosa no parece ser tan mala. «He estado en muchos funerales y, en general, son mucho más divertidos que muchas bodas a las que he asistido», aseguró Thomson.
En la película, los dos actores dan vida a una pareja que se conoce en Londres por casualidad y descubre un amor del que probablemente ya poco esperaban oír y aún menos sentir. Hoffman ve en la cinta elementos que le recuerdan a las películas europeas que iba a ver cuando era estudiante de interpretación en Nueva York: «pequeños detalles» que le hacen recordar al cine europeo que ayer le rindió homenaje. «Empecé a estudiar interpretación y era un inculto», justificó el actor. «Ni yo ni mis padres pienso que habíamos abierto ni un libro o un periódico y decidí convertirme en actor porque tenía que aprobar algún examen». Por lo tanto, «Fui a Nueva York, a estudiar interpretación, y allí todos éramos actores sin trabajo, y eso sí que era una sensación maravillosa. Había como una dignidad en aquello de no tener éxito. Era a principios de los sesenta e íbamos a ver aquello que se llamaba la nouvelle bague. Nunca habíamos visto algo así», recordó.
Abordar los detalles
«La nueva ola francesa, la italiana..., y sólo las ponían en un cine subtituladas. Los únicos en aquel cine era gente como nosotros», admitió el actor, quien aseguró que en este filme hay algo de eso al abordar los detalles: «Las pequeñas historias, como hacía (Ingmar) Bergman antes de que empezara a estilizarlo, que luego pegaban entre sí. Y eso es lo que nos enseñaban», concluyó Hoffman, antes de marcharse de su propio «funeral».
«Empecé a estudiar interpretación y era un inculto. Ni yo ni mis padres habíamos abierto ni un libro ni un periódico y decidí convertirme en actor porque tenía que aprobar algún examen».