En tiempos de crisis la salud de las mujeres trabajadoras empeora más
a crisis golpeará más a las mujeres por la desigualdad que sufren en el mercado laboral, pero también empeorará la salud de las mismas, porque se verán abocadas a trabajar en cualquier trabajo y después en las tareas domésticas. Lucía Artazcoz propone que los políticos sitúen la cuestión de género en la legislación en materia laboral. L
Juanjo BASTERRA
LAB organizó en Bilbo una jornada, dentro del contexto previo a la celebración del 8 de Marzo, bajo el título «Euren Krisia...emakumeon borrokarako aukera!». La navarra Lucía Artazcoz, experta en prevención de riesgos laborales en todo lo que tenga que ver con el género, ofreció una charla bajo el título «en crisis, en un mundo globalizado, revisando los problemas de salud laboral en una perspectiva de género». A modo de conclusión explicó que este periodo de recesión económica repercutirá de forma más negativa entre las mujeres. Esta navarra, afincada en Catalunya, explicó que habrá un mayor abandono de las mujeres de los centros de trabajo; que las administraciones públicas recortarán el gasto social, con lo que «las mujeres seremos las más perjudicadas», y «la mujer se situará, de nuevo, en la economía doméstica, en donde la salud se verá perjudicada».
No obstante, la experta en prevención de riesgos laborales reconoció que la crisis provoca que «mujeres y hombres salgan a trabajar en lo que sea» y eso significa que habrá una pérdida en los derechos y condiciones laborales «porque tendemos a aceptar lo que sea y de eso se aprovechan los empresarios».
Lucía Artazcoz reclamó una necesaria «cooperación internacional para avanzar en la defensa de los derechos sociales y laborales de hombres y mujeres» y, además, reconoció que «se deben introducir la salud dentro de todas las políticas económicas, sociales, etc».
La experta en prevención de la Agència de Salut Pública de Barcelona reconoció que la cuestión de género es muy importante en materia de salud laboral y adelantó que los daños en la salud por la utilización de productos o por el trabajo físico «no son iguales en hombres que en las mujeres. El impacto es muy diferente». También recordó que las mujeres no sufren tantos accidentes en el trabajo, porque los puestos que ocupan no son los de más riesgo. Sin embargo, en las enfermedades profesionales la incidencia en la mujer es «bastante mayor».
Riesgos sicosociales, en alza
Consideró en la charla que se deben tener muy en cuenta los riesgos sicosociales y todo lo que tiene que ver con la hipertensión arterial, dado que las muertes por patologías cardiovasculares ocupan los puestos destacados de mortalidad en el trabajo dentro de la Unión Europea. «El impacto de una política de salud laboral específica para la mujer tiene que entrar en las agendas políticas, porque las desigualdades en las tareas son evidentes entre hombres y mujeres».
Recordó que las mujeres, que trabajan, también realizan más tareas domésticas. Todo eso influye de forma directa en la salud. Lucía Artazcoz explicó, tras un estudio realizado en Nafarroa, que se cuadruplica el mal estado de la salud entre las mujeres que trabajan en empresas y después en las tareas domésticas y se duplica el impacto de las que sufren trastornos sicosociales, pero se quintuplica el riesgo para la salud de las mujeres si realizan muchas horas de trabajo doméstico, una vez que ya se ha realizado otro trabajo fuera de la vivienda.
En ese estudio realizado en Nafarroa y en otros de Catalunya, Artazcoz señaló que la posición socioeconómica de la mujer también influye en la salud. Porque, según explicó, «una mujer menos cualificada lo que hace es aumentar el trabajo que dedica a la atención del trabajo doméstico, porque no tiene ingresos suficientes para descargar tarea con la contratación de otra persona. Esto de la carga de trabajo no ocurre ni en los hombres, ni en las mujeres con un trabajo cualificado».
Por eso, Lucía Artazcoz consideró que la estrategia de salud laboral en relación a la mujer debe pasar por avanzar en una reducción del trabajo doméstico. En este caso, también reconoció que el trabajo a tiempo parcial «no contribuye a reducir la desigualdad de género y, en cambio, la perpetúa, porque se liga ese modelo de contratación a la precariedad».
También se mostró contraria a elevar la jornada laboral, porque, además de que los estudios médicos han demostrado que es perjudicial, generaría un sobreesfuerzo añadido en la mujer. Lucía Artazcoz reconoció, sin embargo, que en estos tiempos de crisis las trabajadoras «son más vulnerables, y harán lo que les echen. Me preocupa».