Mikel Garmendia fue encarcelado ayer en la prisión de Soto del Real por orden de la Audiencia Nacional, después de que compareciera por la mañana en el tribunal especial sin que sus familiares y su abogado tuvieran opción de estar en Madrid.

Pese a que los medios de comunicación españoles habían indicado que Garmendia no comparecería ante el juez hasta hoy o el lunes, el joven fue trasladado ayer al tribunal especial sin que su letrado de confianza contara con el tiempo suficiente para desplazarse hasta Madrid.

Su abogado fue avisado alrededor de la 13.00, minutos antes de que pasara ante el juez. Desde el movimiento pro-amnistía denunciaron esta actuación afirmando que la defensa del detenido debe tener constancia de la vista 24 horas antes de la misma. Por suerte, una abogada que ya se encontraba en la capital española pudo asistir al billabonatarra.

Tras su encarcelamiento, Garmendia pudo estar con la letrada que le asistió, a la que le informó de que el trato dado por la Ertzaintza fue «correcto» según informó el movimiento pro-amnistía. No fue éste el caso de Manex Castro, que, tal y como denunció el miércoles, sufrió empujones y golpes y fue obligado a estar en posturas forzadas mientras lo mantuvieron en régimen de incomunicación.

El magistrado de la Audiencia Nacional española Eloy Velasco decretó el ingreso en prisión de Garmendia acusándolo de un delito de «colaboración con organización terrorista». Concretamente le imputan haber prestado a Castro su vehículo, que según la Fiscalía habría sido utilizado en el atentado contra la sede del PSE de Lazkao, el pasado 23 de febrero.

Garmendia fue arrestado el miércoles por la Ertzaintza, dentro del operativo iniciado el domingo con el arresto de Manex Castro, y desde entonces se encontraba en situación de incomunicación.

Santa Cruz, incomunicado

La detención se llevó a cabo en plena calle, donde cuatro agentes encapuchados abordaron al joven al abandonar la consulta del dentista, cerca de las 16.30. Horas más tarde el joven fue trasladado a su domicilio para el registro del mismo.

Esa fue la última noticia de la que tuvo constancia su familia, ya que como en el caso de Manex Castro el Departamento de Interior del Gobierno de Lakua y la Ertzaintza volvieron a saltarse el llamado «Protocolo para la Coordinación de la Asistencia a Personas Detenidas en régimen de Incomunicación» que obliga a facilitar información sobre el estado y paradero del detenido a los allegados.

El tercer arrestado en este operativo policial es el hernaniarra Iraitz Santa Cruz. Este joven fue apresado el miércoles por agentes encapuchados a plena luz del día, al igual que hicieran con Garmendia. La detención se desarrolló por la tarde, cuando el joven se disponía a salir del portal de su vivienda, ubicada en la calle Lizeaga de Hernani.

Horas después, al filo de la medianoche, la Ertzaintza llevó a cabo el registro de la vivienda, que duró cerca de una hora, trasladando hasta allí a Iraitz Santa Cruz. Una treintena de hernaniarras esperaron su llegada para mostrar su solidaridad con el detenido y denunciar su arresto.

Como ocurriera con Castro y Garmendia, los familiares de Santa Cruz tampoco tuvieron ayer noticia alguna sobre su situación.

El mismo miércoles, la Ertzaintza registró otro inmueble en Plaza Berri, también en Hernani. Al parecer, la Policía de Balza buscaba a una persona. Con ella, serían tres los jóvenes hernaniarras que la Policía autonómica ha intentado arrestar desde que el domingo se iniciara esta operación.