Arantza Loureiro no podrá guardar un buen recuerdo del Campeonato de Europa en pista cubierta, inaugurado ayer en la ciudad italiana de Turín. La vizcaina se lesionó durante la calificación de longitud, cuando soñaba con un lugar entre las finalistas o una mejora en su reciente récord vasco (6,53 metros). Sin Lebedeva, la rusa que alterna la política con la longitud y el triple reservándose para el verano, 18 saltadoras comparecieron al requisito del que Loureiro se fue rota y sin marca.

Eran las 12.25 cuando tras un primer salto nulo, la bilbaina emprendía el segundo para engancharse la pierna derecha en la caída y abandonar el foso entre gestos de preocupación y algunas lágrimas.

Después, ya en camilla, fue trasladada en ambulancia a un centro hospitalario para buscar un primer diagnóstico. La resonancia magnética parece descartar la rotura de ligamento cruzado, pero a la espera de más datos su entrenador José Luis García adelantó que se hablaba de «una rotura de un cartílago de 1 centímetro. Ha sido una faena, pero estas cosas pasan en el deporte», admitió el técnico.

La atleta del Valencia Terra i Mar era la única participante vasca tras la renuncia de Naroa Agirre, la pertiguista donostiarra que decidió prescindir del Europeo para ir acercándose a sus marcas tras una temporada anterior de cambios y lesiones.

El Oval Lingotto vivió una intensa y extensa actividad y coronó a sus primeros campeones. Ladji Doucouré vivió unos felices 60 metros vallas. Cuatro años después de colgarse el oro continental en las citas de invierno y de verano al francés se le resistían los podios. Ayer y por milésimas recuperó el título ante Sedoc, su defensor, tras un período de derrotas y lesiones. Eline Berings venció con récord belga en las femeninas y con 22 años esta estudiante de psicología estrenó su palmarés. La rusa Anna Bogdanova sucede a Carolina Kluft en la combinada y las lanzadoras alemanas firmaron el primer doblete en peso.