Tras las elecciones del 1-M
Los rumores que alienta el PNV no consiguen dividir el bloque PSE-PP
Los intentos del PNV de poner en primera página rumores sobre supuestos contactos entre PSE y la izquierda abertzale de los que sólo hablan los jeltzales tuvieron ayer un éxito muy limitado. Hubo un diario de la derecha se hizo eco del tema en portada, pero la posibilidad de que eso dividiera a PSE y PP se acabó en cuanto María Dolores de Cospedal definió el uso de rumores como muestra de la desesperación del PNV.
I. IRIONDO | GASTEIZ
Dice el principio periodístico que «los rumores no son noticia». Pero si quien habla de ellos es un dirigente político, se convierten de inmediato en una declaración. El PNV lleva algún tiempo insistiendo en la idea de que hay contra ellos «una pinza» en uno de cuyos brazos están PSE y PP y en el otro la izquierda abertzale ilegalizada que, según Iñigo Urkullu, «no ha estado [en las elecciones] porque no ha querido estar. Y si no ha querido estar es porque participa de la tesis del `cuanto peor, mejor'.
Dos de las variables de esa teoría de la pinza son -según el PNV- una y su contraria: a) Que con un Parlamento deslegitimado de mayoría constitucionalista y un lehendakari no nacionalista, ETA tuviera carta blanca para arrear (sic). b) «O bien detrás de esto se esconde que en el futuro se pueda trabajar también entre el PSE-PSOE y Batasuna en una negociación en la que ETA ha tenido siempre claro que tenía que entenderse con el Estado y que el PNV le estorbaba». Iñigo Urkullu anunció todo esto hace una semana en una entrevista en «Deia» y los diarios de noticias de Araba y Gipuzkoa sin conseguir que tuviera mayor trascendencia.
Mientras el PNV intentaba fijar la idea de la pinza y aventuraba sus consecuencias, en alguna web jeltzale se pudo leer que «dicen que en la noche electoral Patxi López habló primero con Zapatero y luego con `alguien' de la izquierda abertzale».
Y ayer, después de que el jueves el PSE diera calabazas a la oferta del PNV y cuando el PP tenía que acudir a Sabin Etxea, el diario «El Mundo» publicaba en su primera página «Urkullu: `Ya hay rumores de que el PSE recompone puentes con la antigua Batasuna'». Y por si acaso el medio y sus lectores de derechas no lo habían captado, el presidente del EBB añadía «quizá lo que estemos viendo ahora sea un enredo en el que el PP está siendo utilizado».
El diario recibió la confidencia como «una señal de angustia» del PNV, según se podía leer en sus páginas de opinión. La conclusión era que «si Urkullu tiene datos, debe hacerlos públicos. De lo contrario, sólo estará demostrando una desesperación por aferrarse al poder».
Con las cosas así, y aprovechando que de buena mañana estaba en TVE, El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, concretó que hablaba de rumores de «bastante fiabilidad» que apuntan a que socialistas y representantes de la antigua Batasuna están iniciando contactos para desalojar a su partido del Gobierno. «Son rumores que existen e incluso llamadas del mismo domingo por la noche», insistió. También el presidente del BBB, Andoni Ortuzar, concedió credibilidad a sus fuentes, asegurando que su información «es bastante fidedigna», y el del GBB, Joseba Egibar, prefirió quedarse en suposiciones teóricas sobre escenarios de futuro que «alguien» podría preparar, en lugar de hablar del presente.
El PP no traga el anzuelo
Era más que previsible que tras la primera página de «El Mundo» todos los dirigentes del PSE o del PSOE que ayer tuvieron una entrevista o una comparecencia desmintieran cualquier contacto con la izquierda abertzale. Así lo hicieron desde Rodolfo Ares, que fue el primero en hablar, hasta el propio presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien lo tildó de «infundio»
Pero más interesante resultaba conocer cuál podía ser la reacción del Partido Popular. Su secretaria general, María Dolores de Cospedal, preguntada sobre la cuestión, respondió que si eso fuera así, el PP estaría radicalmente en contra.
Pero a renglón seguido María Dolores de Cospedal añadió que «puede ser que esto no sea así y que el PNV esté tratando a la desesperada de tratar de deslegitimar una opción» que lleva mucho tiempo esperándose, «la constitucionalista», según sus palabras.
También la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, interpretó el aliento de estos rumores como un intento del PNV de «emponzoñar» las relaciones entre el PSE y el PP, cuando ambos partidos están a las puertas de llevar a Patxi López a Ajuria Enea y desalojar del poder a los jeltzales. La número tres del PSOE añadió que ese tipo de noticias no van a conseguir entorpecer dicho acuerdo.
Patxi Lopez pide al PNV que «digiera cuanto antes su posible salida del Gobierno» de Lakua y que «deje de generar tensiones artificiales y peligrosas» con declaraciones y expansión de rumores.
El PNV cerró ayer la ronda con los partidos que obtuvieron representación parlamentaria en las elecciones del 1 de marzo sin conseguir que ningún grupo muestre un apoyo expreso a la investidura de Juan José Ibarretxe. La última en pasar por Sabin Etxea fue la delegación del PP en la CAV, formada por su presidente, Antonio Basagoiti, y su secretario general, Iñaki Oyarzabal.
Desde el PP trasmitieron a los jeltzales que su intención es «profundizar» en el acuerdo a dos con el PSE para que Euskadi «se gobierne de otra manera», rechazando, de esta forma, un posible pacto con el PNV. Basagoiti destacó que en su partido son gente «de palabra» y buscarán el pacto con el PSE «para que Euskadi se gobierne de otra manera, para que se derrote el terrorismo, para que consigamos vivir en paz y en libertad y para que el País Vasco prospere». Además, la delegación del PP pidió al PNV «sentido común y prudencia en las declaraciones», porque, a su juicio, «no es bueno que se esté dudando de la legitimidad de unos u otros para estar al frente del Gobierno Vasco». «Les he pedido -afirmó Basagoiti a la salida de la cita- sentido de país, sentido de Euskadi, porque hay que pensar en la tranquilidad de los vascos y en la moderación y no se pueden mandar mensajes de que el mundo se acaba si no gobierna el PNV».
Cerrada la ronda del PNV -el partido más votado-, a partir de mañana será el PSE el que comience a buscar apoyos a la investidura de Patxi López. El PP, con cuyos trece escaños cuentan en el PSE, intenta hacer valer su posición. Al parecer, iniciará las negociaciones poniendo alto su listón y demandando un gobierno de coalición, algo que en más de una ocasión ha rechazado ya Patxi López.
En referencia a estas conversaciones, Basagoiti indicó a la salida del encuentro con el PNV que hablará con el PSE porque «queremos ir en la línea de ir profundizando en una posibilidad de acuerdo». Pero como viene declarando desde hace unos días, insistió en que«aquí no ha ganado Patxi López las elecciones y que quien las gana, en todo caso, es la fórmula del PP más el PSE, lo que quiere decir que hay que ponerse de acuerdo para un cambio de verdad, para un cambio de tranquilidad, de moderación, de sentido común y de políticas en lengua, Interior, cultura...»
Con cierto tono de advertencia añadió que «aún no ha habido ninguna negociación, al PSE le vamos a recordar que el cambio político se llama PP más PSE, que se llama 13 más 25, que se llama López más Basagoiti y que no es un cambio del PSE, porque, en ese caso, las cuentas no darían y, por desgracia, el lehendakari sería Ibarretxe».
Desde otras esferas, este tipo de declaraciones son muy matizadas, puesto que nadie duda del acuerdo final entre PSE y PP.
Después de que el PNV haya cerrado su ronda con otros partidos sin poder garantizar la investidura de Juan José Ibarretxe, el PSE iniciará mañana sus propios contactos a la búsqueda del mayor apoyo posible para su candidato, Patxi López.
El PP iniciará sus negociaciones con el PSE apostando fuerte y, según algunas fuentes, pedirá un gobierno de coalición, una fórmula que no entra en los planes de Patxi López según ha reiterado antes y después de las elecciones.
Lejos de escandalizarse por los rumores de contactos del PSE con la izquierda abertzale, en el PP han atribuido estas declaraciones a un intento «a la desesperada» del PNV de aferrarse al poder.
También en el PSOE se interpreta que los jeltzales intentan «empozoñar» la relación del PSE con el PP para evitar la investidura de Patxi López, y aseguran que no van a conseguirlo.
