Los rojillos se ven obligados a recuperar fuera lo cedido en casa
Perdida una oportunidad única, no queda tiempo para lamentaciones
Patxi Puñal reconoce que la escuadra rojilla «jugó desordenada y sin la tranquilidad necesaria que una situación como ésta requiere».
Natxo MATXIN | IRUÑEA
Muchas caras largas las de jugadores y técnicos en las instalaciones de Tajonar, conscientes de la oportunidad perdida ante el Sporting de haber asomado la cabeza desde que se inició la temporada, a la par que implicar más intensamente a otro buen número de escuadras en la pelea por la permanencia.
Esa sensación generalizada de la plantilla osasunista fue explicada por uno de sus capitanes, Patxi Puñal. «Estamos fastidiados porque era un partido que afrontábamos con mucha ilusión para salir de abajo. Sabíamos que, con una victoria, cogíamos a tres o cuatro equipos. Con lo que nos jugábamos, el que no se sintiera dolido tras el encuentro debe trabajar en otra cosa», apuntó el uhartearra.
«Llevábamos una buena racha y queríamos prolongarla el domingo, pero hay partidos que se complican... El Sporting salió bien al campo, nosotros no materializamos las primeras ocasiones que creamos y ellos, con muy poco, se pusieron 0-2», amplió el centrocampista.
Una ventaja que los navarros no supieron enjugar, pese a que en la primera mitad transmitieron la impresión de que así podía ser, e incluso pusieron las bases con el gol de penalti de Nekounam. «Quisimos, pero nos desesperamos. Fuimos un reflejo del ambiente y la dinámica, nos desordenamos atrás para llegar arriba. El 0-2 nos pilló muy de sorpresa y no supimos remontarlo con la tranquilidad que este tipo de situa- ciones requiere», describió.
Como muestra, un botón: «Queríamos llegar a su portería a toda costa. Los balones que les dimos a la gente de adelante no eran como para crear peligro, nos faltó esa tranquilidad para llegar de una forma más ordenada. El 1-2 lo hicimos con bastante tiempo por delante, pero luego no supimos atacarles de forma ordenada, ni hacerles demasiado peligro. Todo se redujo en balones colgados al área», especificó.
Celeridad en reaccionar
Un conjunto en la situación de Osasuna no sólo no tiene mucho margen para las lamentaciones, sino que de la celeridad en reaccionar ante una situación adversa depende en buena medida que alcance el éxito de la salvación. «El miércoles veremos las cosas de otra manera», aventuró Puñal.
Tras la jornada de descanso de hoy, todos los esfuerzos estarán centrados en repetir el marcador que en las dos últimas campañas se ha dado en el Ruiz de Lopera -0-5 y 0-3-, lo que supondría la primera victoria a domicilio de la temporada. «Es cierto que fuera de casa no hemos dado la talla, pero estamos convencidos de que podemos ganar en cualquier campo -reconoció el capitán- y el domingo es una buena oportunidad de traernos los tres puntos».
La estadística avala a los rojillos, quienes de las últimas diez visitas al estadio bético, en cinco han conseguido sumar algo positivo. Pero para ello deberán extraer algunas conclusiones de la derrota ante los asturianos y enmendar errores, como el que «hay que estar a tope todos los días, desde el minuto 1 hasta el 90, y aprender que en cinco minutos se puede resolver el partido, como lo hizo el Sporting, pero debemos jugar al fútbol».
Después de dos buenas actuaciones frente al Numancia y Racing, la tarde ante el Sporting no le estaba siendo muy propicia a César Cruchaga y acabó por ser todavía peor cuando, a falta de un cuarto de hora para el final, se vio obligado a retirarse por unas molestias musculares en su muslo izquierdo.
Finalmente, la resonancia magnética a la que fue sometido a primera hora de la tarde de ayer en la Clínica San Miguel determinó que el jugador no sufre rotura en su bíceps femoral izquierdo, por lo que su periodo de recuperación se verá sensiblemente acortado, aunque habrá que esperar a la evolución de la dolencia.
Puñal resaltó que los buenos recuerdos por los últimos resultados cosechados en el Ruiz de Lopera «son una motivación extra para hacer un buen partido allí y tener muchas posibilidades de ganar».
Hasta ayer, Patxi Puñal era el lanzador oficial de penaltis en el conjunto navarro, pero su última pena máxima fallada ante el Mallorca en un partido agónico acabó c0n que la responsabilidad se trasladara a Nekounam.
El iraní no falló desde los once metros, aunque la situación al uhartearra le resultó «un poco rara», si bien asumió la circunstancia porque su compañero «lo metió, así que todo perfecto».
Aunque admitió que quizás el partido hubiera variado si el Sporting se hubiera quedado con diez -Medina Cantalejo debió expulsar al jugador al que el balón le golpeó en el brazo-, Puñal no quiso justificar la derrota por tal circunstancia. «No se puede achacar a ello el resultado final ni darle más vueltas».N.M.