El eurogrupo retrasa ahora a 2010 el final de la crisis pero descarta nuevas medidas
Los ministros de Finanzas de la zona euro admitieron ayer que la crisis económica es más grave de lo previsto, y retrasaron la recuperación al menos hasta 2010, pero descartan adoptar nuevas medidas de impulso.
GARA |
«La recesión es profunda», señaló el presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker al término de la reunión de ministros del eurogrupo, y lamentó que, por el momento, «no hay indicadores de que la situación se esté solucionando». Destacó que la situación se ha deteriorado desde febrero y que todos los indicadores económicos y previsiones son negativos.
Desde la Comisión Europea, el titular de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, reconoció que su previsión de que la recuperación comenzaría en la segunda mitad de 2009 ha quedado desfasada y dijo que «desgraciadamente, todo indica que habrá que esperar al año que viene». Indicó que los dos principales problemas son la restricción del crédito y la debilidad de la economía real.
«Confiamos en que las decisiones de política monetaria, los estímulos fiscales y los planes de apoyo al sector bancario tengan efectos positivos en los próximos meses y trimestres. Pero todavía es demasiado pronto para percibir estos efectos positivos», afirmó Almunia. Por ello, los ministros de Economía de la eurozona acordaron que no pondrán en marcha nuevas medidas de estímulo económico, incluso aunque lo pida Estados Unidos durante la reunión del G-20 que se celebrará el 2 de abril en Londres. «Europa y el Eurogrupo ya han hecho lo que debían», resaltó Juncker.
Estados Unidos tiene previsto presionar en la cumbre a los líderes mundiales para que impulsen el gasto público con vista a revitalizar la economía global, pese a que suponga un riesgo de distanciarse de los países europeos, más preocupados por modificar la regulación de los mercados financieros.