Sudamérica asume el reto histórico de coordinar sus políticas de defensa
Los doce gobiernos sudamericanos que integran Unasur asumieron ayer el compromiso histórico de coordinar sus planes de defensa mediante la puesta en marcha de un organismo de diálogo y cooperación militar, el Consejo de Defensa Sudamericano (CDS).
GARA |
El Consejo de Defensa Sudamericano (CDS) quedó constituido ayer en Santiago de Chile en una «histórica reunión» en la que participaron los ministros de Defensa de los doce países que integran la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
Nueve meses después de su concreción en la cumbre constitutiva de la Unasur, celebrada en Brasilia en mayo de 2008, el Consejo ve la luz con el objetivo principal de «consolidar a Sudamérica como una zona de paz, base para la estabilidad y el desarrollo integral de los pueblos, y como contribución a la paz mundial».
El CDS surgió a raíz de la propuesta que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo en aquella ocasión para evitar que se repitieran hechos como el bombardeo del Ejército colombiano, en marzo de 2008, contra un campamento de las FARC ubicado en la selva ecuatoriana, en el que murió el portavoz internacional de la guerrilla, Raúl Reyes, junto a otras veintidós personas, y provocó una crisis diplomática entre Colombia, Ecuador y Venezuela.
Su creación fue aprobada por los jefes de Estado de la Unasur durante la cumbre celebrada en diciembre en Salvador de Bahía, donde acordaron poner en funcionamiento este órgano de consulta, cooperación y coordinación en materia de defensa y seguridad conjunta.
Según dijeron los ministros del ramo de los doce países de la Unasur, el Consejo no será una alianza militar clásica, como la OTAN, ni constituirá un Ejército propio ni se inmiscuirá en las decisiones de compra de armas que tome cada Estado. Tampoco la lucha contra el narcotráfico está incluida en su agenda.
Misiones de paz
Sin embargo, prevé adoptar un método para medir las compras de armas de cada país, coordinar sus efectivos militares en misiones de paz y de ayuda humanitaria y potenciar la capacidad regional de producción de sistemas de defensa y tecnología militar, para lo que será necesario un plan de acción.
La declaración inaugural del Consejo de Defensa Sudamericano alude a la «construcción de una identidad suramericana en materia de defensa, que tome en cuenta las características regionales y que contribuya al fortalecimiento de la unidad de América Latina y el Caribe».
Los doce miembros de Unasur (Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Surinam, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) se comprometen, asimismo, a «generar consensos para fortalecer la cooperación regional en materia de defensa».
El Consejo se reunirá una vez al año, con la participación de representantes de los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores, y sus acuerdos se adoptarán por consenso. Su Presi- dencia corresponderá al mismo país que presida de forma temporal la Unasur, que actualmente es Chile y a partir de mayo será Ecuador.
Algunos expertos afirman que será necesario que se generen proyectos concretos con rapidez para evitar que esta iniciativa se bloquee y quede en nada.
No faltó la polémica en la primera sesión, el lunes, del Consejo de Defensa Sudamericano (CDS), por las recriminaciones mutuas sobre actos de espionaje digital que un policía argentino realizó a autoridades de Argentina, Chile y Uruguay y por la compra de armas de Chile y Perú, que ambos justificaron como una modernización del material que ya tienen.
El debate sobre la compra de armas y la transparencia en las políticas de gastos militares tensó el inicio del CDS. Esta cuestión es un tema de discusión recurrente en la región, donde los recursos destinados a este ámbito aumentaron el 25% en 2008, cifra récord de la última década, y el 91% desde 2003, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS). En 2008, se gastaron 38.659 millones de euros, frente a los 19.500 millones de euros de 2003. Brasil, Colombia, Chile y Venezuela han sido los estados que más han invertido en armas.
Otra de las cuestiones polémicas es el veto de Uruguay a que el ex presidente argentino Néstor Kirchner ocupe la secretaría general, debido a que su Gobierno se opuso a la construcción de plantas de celulosa en el sur del territorio uruguayo.
El CDS refleja «el propósito común de construir una zona de paz y cooperación, con una agenda amplia para la conformación de la identidad sudamericana de defensa» mediante iniciativas que aprueben los ministros y jefes de Estado.