El puente Mayou de Baiona, que sufrió graves daños en su estructura durante las inundaciones del pasado 12 de febrero, no será abierto a la circulación rodada hasta mediados de julio. Por el contrario, los peatones podrán comenzar a utilizarlo dentro de seis semanas, al igual que una de las líneas de autobús de la ciudad.

Las obras de reparación costarán tres millones de euros, que se repartirán entre el consistorio baionarra, la Mancomunidad de Baiona, Angelu y Biarritz, el Consejo General, el Estado y también los ciudadanos, ya que el alcalde prevé aumentar la fiscalidad para pagar la reparación. Jean Grenet ha pedido el Reconocimiento de Catástrofe Natural por las Inundaciones para que se reduzca la cantidad que tendrán que pagar los habitantes de Baiona.

El puente se mueve tres centímetros entre la marea alta y la marea baja, por lo que su situación es muy arriesgada y se vigila constantemente.