Joseba ITURRIA | DONOSTIA

La Tirreno arranca hoy marcada por la decisión del TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo), que ayer ratificó su sentencia del viernes de obligar a su organizador RCS Sport -el mismo del Giro- a permitir la participación en su prueba y en la Milán San Remo del Fuji Servetto, equipo que no puede planificar el año con normalidad por el veto de las tres grandes tras el positivo de Ricco y Piepoli en el Tour.

Matxin admite a GARA que «la situación es compleja. Hasta ahora la complicación era hacer un presupuesto y coger corredores con poco dinero. Ahora el problema es aclarar el calendario. El equipo tomó la decisión de denunciar a los grandes organizadores. No me hubiese gustado llegar ahí, pero así se ha hecho y así está la situación».

El TAS permite al Fuji correr en Tirreno y Milán San Remo, aunque ayer la organización no le adjudicó dorsales en la lista oficial de participantes. Matxin dice que «es complicado acudir a una carrera donde no te quieren. No es agradable y por una parte es malo, pero por otra se demuestra que tenemos la razón y no pueden hacer las cosas por intereses personales. Ha imperado la cordura. Hay muchos equipos que han tenido problemas y sí participan en Tirreno y París Niza. Si todo el que ha tenido problemas no participa, las carreras no tendrían alicientes. El equipo no ha tenido nada que ver con los positivos, lo han dicho los mismos corredores. Hasta ese día éramos el tercer mejor equipo del mundo, el primero en rentabilidad publicitaria, sin ganar en el Tour. No había necesidad de hacerlo y poner en peligro un sponsor de ocho años y por intentarlo dos corredores perdimos a Saunier, que no pedía ganar en el Tour».

«El 49% de los franceses pesa»

Espera que el precedente del TAS con la Tirreno permita correr el Giro y que la Vuelta les invite, para lo que recuerda que la sede del equipo está en Cantabria: «Tengo esperanzas de correr la Vuelta porque es una carrera importate. Ya pagamos el purgatorio el año pasado, aunque mi impresión personal es que pintan más los franceses que el propio Unipublic. Parece que tienen bastante más peso que ese 49%. El Giro lo veo factible. No entiendo su postura. No le hemos hecho ningún daño de imagen. Todo lo contrario».

Pero todo sigue en el aire y Matxin asume que «es muy complicado trabajar así porque no hay ninguna seguridad. Hay 25 carreras en el Pro Tour y diez no estaban aseguradas. Ahora son ocho y espero que con el Giro sean siete y seguir esa línea».

Una incertidumbre que afecta a los corredores, que no saben para qué prepararse. Así Camaño se enteró el lunes de que hoy corría la Tirreno: «Vamos a estar sin tiempo para prepararnos, pero por lo menos estamos. Es una carrera importante organizada por el Giro, como San Remo. En Cerdeña estuvimos bien y, aunque nos han avisado a última hora, vamos con ganas a intentar hacer lo máximo para presionar si se puede de alguna forma para estar en las grandes. Con las ganas que tenemos de correr, que se nos vea y nos ganemos la invitación al Giro».

El santurtziarra lamenta no tener una planificación normal: «Más o menos sabemos qué vamos a correr, pero de las grandes, Flecha y Lieja no sabemos nada y es más difícil planificarte los entrenamientos. Pero es lo que tenemos y debemos estar agradecidos. Es mejor estar así que en casa. Ojalá nos ganemos la invitación del Giro y la Vuelta, que ya pagamos el año pasado, aunque aquí pagamos justos por pecadores. Porque está en juego un equipo y mucha gente que vive de él. Hay muchos equipos en la misma situación que no pagan como nosotros».

Doce vascos en la salida

La Tirreno se disputa desde hoy hasta el próximo martes, con la participación de todos los Pro Tour, LPR, Flaminia, Serramenti, Barloworld, Vacansoleil y Aqua&Sapone. Euskaltel presenta un ocho para apoyar a Koldo Fernández de Larrea, que vuelve a la carrera donde estrenó su palmarés hace dos años. Le apoyarán Egoi, Agirre, Landaluze, Urtasun, Lafuente, Galdos y Velasco. Además de ellos y Camaño, correrán Bingen en el Cofidis y Horrillo en el Rabobank.