La plataforma popular AHT Gelditu! Elkarlana ha acusado a UPN y PSN de «estar intentando desvirtuar el verdadero debate» acerca de la puesta en marcha de las obras del Tren de Alta Velocidad en Nafarroa, y ha recordado que esa cuestión «debe centrarse en el actual modelo de transporte, movilidad y ordenación territorial».

El movimiento opositor al macroproyecto ferroviario ha salido al paso de la polémica suscitada estos días entre los Gobierno español y navarro a raiz de unas declaraciones del ministro de Economía español Pedro Solbes en las que auguraba «dificultades» para llegar a un acuerdo de financiación entre ambas admistraciones, lo que ha provocado airadas críticas por parte del Ejecutivo que dirige Miguel Sanz.

De esta manera, AHT Gelditu! Elkarlana ha mostrado su «asombro» ante el discurso de ambas formaciones, a las que ha acusado de incurrir en contradicciones, ya que «por un lado reconocen la falta de liquidez para la construcción del TAV, pero, de una forma u otra, nos quieren hacer pagar 4.700 euros a todos los ciudadanos de Nafarroa». Por ello, les ha exigido que «informen y abran el debate que corresponde a este proyecto», así como que «abandonen la actual posición de ocultación e imposición».

A su juicio, «debe ser la sociedad navarra quien decida en última instancia sobre la conveniencia o no de construir este proyecto, que supone la mayor macroestructura que hasta ahora se ha planificado en toda Euskal Herria».

Idéntica posición ha defendido la izquierda abertzale, quien acusa a UPN y PSN de «financiar un plan que sólo beneficiará a quienes reciban la adjudicación de las obras y a la minoría social que utilizará el TAV, tal y como se ha demostrado en los lugares donde ya está en marcha». Por ello, considera «inaceptable» que no se informe a la sociedad acerca de las consecuencias medioambientales que traerá la macroinfraestructura ferroviaria, ni se le permita decidir sobre su puesta en marcha.

Falta de oposición real

La izquierda abertzale alerta, asimismo, de «la ausencia de oposición real» al proyecto en las instituciones públicas, y critica que la diputada de NaBai en el Congreso español, Uxue Barkos, «se sume al carro de quienes solicitan que el oscuro proceso que acompaña al TAV se agilice».

Por otro lado, el secretario general del PSN Roberto Jiménez se mostró ayer «de acuerdo» con la propuesta de Miguel Sanz, en el sentido de que Nafarroa descuente de su aportación al Estado español los gastos de la construcción del TAV cada dos años y no cada tres meses, como ambas administraciones habían estipulado en un principio. Además, defendió a Pedro Solbes argumentando que «no ha dicho nada nuevo que no se viniera diciendo en los últimos meses, es decir, que había dificultades jurídico-técnicas».

En lo que respecta a la CAV, el delegado del Gobierno español en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia, Mikel Cabieces, afirmó ayer que el macroproyecto «está ampliamente respaldado» por los ciudadanos, y destacó que su puesta en marcha ayudará a afrontar mejor la crisis económica.