Tras las elecciones del 1-M
PSE y PP seguirán reuniéndose para «materializar el proyecto de cambio»
PSE y PP acordaron ayer continuar con las conversaciones para «avanzar en los aspectos que nos sean comunes» y convertir a Patxi López en el inquilino de Ajuria Enea durante los próximos cuatro años. La sintonía entre las comisiones negociadoras de ambos partidos quedó de manifiesto en sus valoraciones tras el encuentro, aunque el secretario general del PP, Iñaki Oyarzábal, siguiendo el previsible guión, reclamó compromisos «claros» para apoyarle.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
Tras el primer contacto oficial entre delegaciones de PSE y PP, ambas formaciones coincidieron ayer en manifestar que seguirán trabajando para materializar un «gobierno de cambio». El secretario general del PP, Iñaki Oyarzábal, fue el más explícito al declarar en rueda de prensa en Bilbo, poco después de mantener una reunión de dos horas, que existen «bases suficientes para el acuerdo» y «terreno para conseguir un acuerdo estable y fuerte» con el par- tido que lidera Patxi López.
Una hora después de concluir el encuentro entre las comisiones negociadoras y tras retornar a su sede de Gran Vía, Oyarzábal reconoció ante los periodistas que «son muchas las cosas que nos unen», aunque pidió «compromisos claros que garanticen que hay voluntad real de cambiar las cosas». El político gasteiztarra comentó que en la reunión «se ha trabajado sobre los puntos de aproximación, pero queda camino por recorrer».
En la cita estuvieron presentes Oyarzábal; el portavoz en la Cámara de Gasteiz, Leopoldo Barreda; los secretarios generales de Araba, Alfonso Alonso, y de Bizkaia, Antón Damboriena; y la vicesecretaria, Arantza Quiroga. La delegación fue recibida en el portal donde se encuentra la sede del PSE poco antes de las 11.00 ¯hora fijada para la entrevista de trabajo¯ por el secretario de Organización, Rodolfo Ares, y el presidente, Jesús Eguiguren. Tras posar ante numerosos medios de comunicación, subieron a encontrarse con el resto de los componentes de la comisión negociadora del PSE: los secretarios generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, Txarli Prieto, José Antonio Pastor e Iñaki Arriola. Ni Patxi López ni Antonio Basagoiti estuvieron.
El PSE, a través de una escueta nota de prensa, informó más tarde de que habían transmitido a sus invitados «la satisfacción por el compromiso público de apoyo a la investidura del candidato a lehendakari, Patxi López». Además, apuntaron que habían intercambiado opiniones acerca de «los principales problemas de la política vasca, los plazos previsibles de constitución del Parlamento, la elección de la Presidencia y la Mesa, la investidura del lehendakari y algunos aspectos sobre el inicio de la legislatura».
Por su parte, el secretario general del PP explicó que hablaron de los puntos en los que puede haber más sintonía, confesando que «queda camino por recorrer y todas las opciones están abiertas», tanto en el pleno de investidura como de cara a fórmulas de gobierno. Iñaki Oyarzábal aclaró que sus trece votos para aupar a López a Lehendakaritza dependerán de los compromisos que asuman desde el PSE, una declaración muy previsible en una primera toma de temperatura sobre las coincidencias entre ambas fuerzas de obediencia española.
«Hemos vuelto a poner de manifiesto cuál es nuestra disposición y nuestra voluntad», afirmó, antes de reclamar a sus futuros socios que aclaren «si ellos están comprometidos para avanzar en el mismo camino».
«Nuestra decisión sobre cuál es el camino que debe recorrer esta sociedad para ganar la libertad es firme y tenemos que saber si los socialistas están comprometidos para avanzar en ese camino», señaló.
«Lo más lógico es que haya un acuerdo sobre cuáles son las bases de esa nueva etapa, para que nadie tenga duda y todo el mundo pueda conocer sobre qué bases se puede formalizar un acuerdo», opinó el dirigente del PP. El acuerdo ideal para el partido que lidera Antonio Basagoiti es, según Oyarzábal, «que huya de los frentes y que trate de abrir una etapa, en todos los ámbitos, para terminar con la divisiones en este país». Toda una declaración para dos fuerzas que se reencuentran tras el abrazo de Jaime Mayor Oreja y Nicolás Redondo ante las elecciones autonómicas de 2001.
Su apuesta, precisó, no supone «cambiar de nombre de lehendakari, sino cambiar de políticas». A este respecto, una vez más, apostó por su defensa del Estatuto de Gernika y la Constitución española «como marco de convivencia de todos los vascos», así como que «el cambio que necesita Euskadi debe ser un cambio de principios, valores y políticas».
«Cuestiones vitales»
Por encima de esta declaración, Oyarzábal citó que habían planteado al PSE una serie de «cuestiones vitales» para apuntalar el hipotético acuerdo, como medidas para afrontar la crisis económica, la reivindicación de «la libertad en la enseñanza» para que el euskara «sea un elemento que una y no divida», así como «adelgazar y racionalizar la administración vasca».
El portavoz de la comisión negociadora del PP subrayó que su objetivo es «poder formalizar un acuerdo con el que se pueda identificar una mayoría de los vascos», obviando que el Parlamento surgido de los comicios del 1 de marzo excluye a la izquierda abertzale y también que PSE, PP y UPD -aunque con mayoría de escaños- suman menos votos que PNV, EA y Aralar.
En un mensaje muy manido en estas etapas post-electorales, Iñaki Oyarzábal afirmó que su formación defiende «la libertad, la solidaridad y la igualdad de derechos y oportunidades de todos los ciudadanos».
En cuanto al futuro, PSE y PP anunciaron que continuarán reuniéndose, algo previsible después de las «calabazas» cosechadas del PNV ¯que no aceptó la invitacion del partido de López para reunirse¯, Aralar y EA. «Hay que poner el acento en aquellas cosas que nos unen, no tanto en las que nos separan, actuar con altura de miras y pensar en lo que necesita este país, en lo que ha dicho este país el 1 de marzo», precisó Oyarzábal en su valoración del primer encuentro oficial.
«Ahora llega el momento de buscar los compromisos para que esa nueva etapa que abrimos sea una etapa de verdad de cambio, que asegure a todas las personas que tenían esperanza de que en este país puedan cambiar las cosas», dijo.
El PSE cerrará hoy, a las 12.00, su ronda de contactos, recibiendo en su sede de Bilbo a UPyD. A continuación, a las 13.00, efectuará una valoración de las reuniones.
El presidente del EBB , Iñigo Urkullu, afirmó ayer que el PNV está dispuesto a analizar todavía «si hay posibilidad de jugar» para conformar el Gobierno de Lakua y añadió que «en absoluto» tienen asumido que se irán a la oposición. «En todo caso, será que nos echan o nos desplazan a la oposición, pero no nos vamos nosotros por voluntad propia porque, además, somos el partido ganador de las elecciones», concluyó.
En una entrevista concedida a Radio Popular, Iñigo Urkullu afirmó que «a pesar de que parezca que hay muchos claros en las expectativas por los compromisos adquiridos previamente al 1 de marzo entre el PSE y el PP, parece que todavía, desde luego, nosotros como PNV vamos a ver si hay posibilidad de jugar».
El presidente del EBB manifestó que la voluntad de la sociedad vasca es favorable al «acuerdo entre sensibilidades ideológicas diferentes, nacionalistas y no nacionalistas» y que no es esto lo que «prima» en «la alianza entre el PSE y el PP». «Nosotros -apuntó- queremos ofrecer a la sociedad vasca, no tanto la pelea por obtener Lehendakaritza, sino por hacer frente a la situación [de crisis] que le toca vivir, y con los proyectos de desarrollo, de progreso y de bienestar que ha ofrecido el PNV». Por ello, insistió en que el PNV ofrece «una fórmula de gobierno estable, fuerte, desde el ejercicio de la serenidad absoluta. Estaremos, en todo caso, donde nos corresponda estar, pero, hoy por hoy, estamos en la reflexión de aspirar a tener lehendakari y poder conformar un Gobierno fuerte y estable».
También el lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, se mostró partidario de la formula de gobierno fuerte junto con el PSE, en una entrevista ofrecida a Radio Euskadi. En la misma, añadió que el PNV «seguirá dirigiendo este país, sea desde donde sea. Que nadie tenga ninguna duda de que esto va a ser así».
Juan José Ibarretxe no aclaró qué hará si, como resulta previsible, Patxi López es investido: si se mantendrá como jefe de la oposición o si dejará el Parlamento. Insistiendo en que es el candidato del partido más votado en las pasadas elecciones, el lehendakari señaló que él es «leal hasta las últimas consecuencias» cuando se implica «en un proyecto». «Yo no sé cuál será mi futuro en los próximos años. Lo realmente importante hoy es formar un Gobierno que dé garantías y en eso es en lo que, en estos momentos, estoy metido. Me importa muy poco cuál es el futuro personal mío o de no sé que otra persona. Me importa mucho más el país, proyectar ideas, confianza, esperanza a la sociedad».
GARA
El PNV sondeó a José Luis Rodríguez Zapatero para ver si era posible un acuerdo con el PSE en los términos de la oferta que hicieron el jueves los jeltzales. El presidente del Gobierno les llamó por telefóno para, en tono frío, confirmar su apoyo a la estrategia del PSE y decirles que tienen que aprender a estar en la oposición, según se difundió ayer.
GARA